VUELTA DE HOJA

El día más propicio

No creo en los gafes, a pesar de haber tratado a varios. Claro que lo mismo les pasaba a algunos amigos míos y se vieron obligados a rectificar cuando conocieron al ministro Fernández Bermejo. Su gestión al frente del Ministerio de Justicia ha logrado algo sin duda muy meritorio: repartir equitativamente el descontento.

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Mientras estaba matando ciervos amaestrados para aceptar con resignación su último día, la Administración de Justicia preparaba su día de huelga. No deja de ser una forma de ponerle los cuernos.

Según Ramón Gómez de la Serna, al ciervo se le sale el esqueleto por la cabeza, pero da la impresión de que los sumisos venados abatidos tramaron con tiempo su venganza y al pintoresco señor ministro no sólo le salieron los tiros por la culata, sino los jueces rebeldes. Nunca en nuestra espasmódica historia se había producido una paralización de la Justicia como la de hoy.

Lástima que los delincuentes no plagien la conducta de los jueces y organicen un día sin robar o sin matar, con una efectividad semejante a la lograda por los jueces para decretar un día sin juzgar. Quienes los han contado aseguran que hay en España 4.400 jueces en activo. Pues bien, se han sumado a la huelga, o han sido convocados a esta jornada, 1.700. Un éxito sin precedentes, pero que tendrá muchas consecuencias. Todo hace conjeturar que en un futuro próximo seguirán su ejemplo los fiscales y los secretarios judiciales.

Hoy puede ser el día más propicio para los transgresores de las leyes, pero quizá lo recuerden también quienes las aplican. ¿Y si nos diéramos cuenta de que no se ha notado su ausencia? Mandar los ropones a hacer puñetas y llevar todo junto al tinte es una manera de aprovechar un día de asueto.