Un hombre que padecía cáncer mata a su hermana y se ahorca en Valencia

Un hombre de 58 años que padecía cáncer asfixió ayer a su hermana, de 57, en Burjassot (Valencia) y se suicidó. El suceso se produjo en una vivienda ubicada en en el número 10 de la calle Balmes, donde la hija de la fallecida descubrió el cadáver de su madre y a su tío ahorcado. Al parecer, el hombre dejó por escrito en una carta lo que había hecho.

La mujer asesinada sufría un trastorno mental, según informaron fuentes policiales. Vecinos del fratricida, Emilio Ll., afirmaron que el hombre ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones y que últimamente se le había visto «desbordado por la enfermedad» y con un aspecto abatido.

El individuo era policía nacional. Cuando hace unos días intentó suicidarse, los vecinos del barrio pudieron avisar al 112 para que los efectivos del servicio de emergencias acudiesen en su auxilio. En cuanto a la hermana, explicaron que se llamaba Loli, tenía 57 años y él la cuidaba «desde siempre». «Tenía cáncer y su hermana no estaba bien, pero él era bastante bueno y creo que le ha desbordado la enfermedad», aseguró Esther Morón, vecina de los hermanos, quien informó de que él «siempre ha sido el que ha llevado la casa».

«Al no poderse defender su hermana (por la minusvalía psíquica que padecía), habrá pensado que no la iba a dejar sola y habrá pensado que se irían los dos juntos», opinó otro vecino, Antonio Descalzo. «Últimamente, a Emilio se le veía deprimido, pero se lo achacábamos a la enfermedad. Bajaba siempre a comprar, se tomaba su cortado o su poleo, y subía a hacer la comida. Nunca habían causado ruido ni nada», relató Descalzo. Otro vecino, James Kingsley, relató que tuvo que llamar a la Policía cuando Emilio intentó colgarse, calificó a los fallecidos como «buenas personas». Fuentes de la Policía Nacional indicaron que la autopsia que se le practicará a la mujer y a su presunto asesino, ambos de nacionalidad española, servirá para precisar la hora exacta en que se produjeron las defunciones.

Según las primeras investigaciones, parece ser que el ahorcado dejó un texto manuscrito en el que confesaba su crimen.