LORENZO DEL RÍO PRESIDENTE DE LA AUDIENCIA PROVINCIAL DE CÁDIZ

«Dimitir es lo más honesto, no puedo liderar un proceso de huelga que no he defendido»

El magistrado gaditano explica los motivos de su cese como portavoz de la Asociación Francisco de Vitoria y analiza las reivindicaciones de los jueces que motivan el paro

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Lorenzo del Río, actual presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, ha sido en los últimos meses una de las caras visibles a nivel nacional del movimiento reivindicativo de los jueces, para exigir soluciones a las carencias de medios que sufre la Justicia. Su cargo como portavoz de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria (AJFV) -que asumió en noviembre de 2007- lo ha situado a la cabeza de estas reivindicaciones y lo ha llevado a sentarse en las mesa de negociación y debate con el Ministerio de Justicia y el Consejo General del Poder Judicial.

En este contexto se ha caracterizado por su talante «moderado», y su actitud más dialogante que combativa, además de mostrarse reacio a llegar a la huelga si no es «como último recurso». También ha sido uno de los máximos valedores de aplazar el paro al 26 de junio. Por eso, cuando el pasado viernes la AJFV decidió romper el pacto con el resto de asociaciones y adelantar la huelga al 18 de febrero, Del Río decidió dimitir como portavoz.

-¿Puede aclararnos las razones de su dimisión?

-Era lo más honesto, tras el nuevo rumbo tomado por la asociación. No puedo liderar públicamente un proceso que toma un sesgo tan distinto al que yo había defendido en la reunión de las asociaciones del pasado 12 de enero.

-¿Ha sido duro ostentar el cargo como portavoz estos últimos años?

-Muy duro. Me ha cogido en el peor momento, por así decirlo. No ha sido fácil dejar el cargo, que asumí con total entrega y espíritu de servicio. Pero la decisión ha sido muy meditada.

-¿Puede interpretarse su dimisión como un rechazo de la huelga? ¿O sólo a su adelanto?

-No concibo la huelga como un fin en sí misma, sino el último recurso para reivindicaciones esenciales. Además, era conveniente conceder [al Ministerio y el Consejo del Poder Judicial] el tiempo suficiente para demostrar su voluntad de asumir las reclamaciones. Aparte, es imprescindible la unidad entre las asociaciones, evitando la fractura que podría generar el adelanto de la huelga para el 18-F.

-¿Por qué cree que la asociación adelantó la huelga?

-Quizá se precipitó todo tras la reunión con el Ministerio de Justicia el pasado 26 de enero, una fecha crucial que obligaba a dar señales de confianza. El ministro pudo -y debió- tener un mayor nivel de compromisos.

-¿Se habría llegado a esa negociación sin huelga?

-No lo sé. Lo cierto es que quizá sí se ha anticipado.

-¿Considera justificadas las movilizaciones de los jueces?

-Estamos ante una reivindicación que tiene un fondo razonable, pero que hay que saber acompasarlo. En un plano personal, me apena que haya que llegar a este tipo de protestas para que la Justicia reciba el trato institucional y político que se merece. Porque parece que son medidas contra el Gobierno, y no es así: es una petición de auxilio.

-Los ciudadanos tienen una mala imagen de la Justicia.

Creo que sí. Pero también he percibido cómo la gente que acude a los juzgados valora cómo se les ha tratado.

-¿Y cuál es la sensación los jueces ante las carencias de la Justicia?

-Hay un sentimiento generalizado de impotencia y de que la Justicia ha sido la Cenicienta durante años. Hay también desilusión, especialmente entre la gente joven, que están en juzgados muy complicados donde el día a día es duro. No sabemos hacer ver que dependemos del resto de poderes. No tenemos autonomía y necesitamos una especial sensibilidad.

-¿Considera que falta inversión económica en la Justicia?

-España tiene un problema: lo dedicado a Justicia en los Presupuestos es la mitad de lo que en muchos países europeos. Y la tasa de jueces es también muy inferior. Pero no pedimos más dinero. Lo necesario es un cambio de estructuras y aprovechar los recursos que ya tenemos. En la Audiencia Provincial, por ejemplo, hay suficientes recursos humanos. Incluso un exceso de funcionarios, mientras en otros juzgados falta personal. Basar los cambios en una política económica es una equivocación: no se trata de poner más juzgados, sino trabajar de otra forma.

-Ese problema aqueja al juzgado de Violencia de Género, sobredimensionado para sus casos.

-Ese es un ejemplo claro de lo que está pasando. Tenemos que pasar de un sistema de compartimentos estancos y juzgados individuales, a otro de integración de jueces, que agilice el trabajo y especialice los juzgados.

-¿Qué otros cambios proponenpara la administración judicial?

-Algo básico es la informatización. Es cierto que tenemos ordenadores, pero es importante que estén integrados unos con otros, para cambiar el papel por la transmisión telemática. Hace falta la figura de un gestor y mayor facilidad de intercambios de funcionarios.

-¿Estos sistemas cambiarían si se aplica la llamada oficina judicial?

-La oficina judicial es un proyecto paralizado desde 2003 y pedimos que se reanude. El Ministerio promete que estará lista en 2010, pero para ello tenemos que empezar a trabajar ya. El sistema actual está bloqueado. Se trata de modificar la filosofía y la legislación.

-¿Faltan jueces en Cádiz?

-Habría que hacer un estudio en los distintos partidos judiciales. En Cádiz capital, por ejemplo, la ratio por habitantes está ajustada, pero en otros partidos las necesidades han aumentado: como San Fernando o Chiclana, donde se va a crear un nuevo juzgado.

-La consejera Evangelina Naranjo asume las faltas en infraestructuras de Cádiz ¿Se han reparado?

-En la Audiencia tenemos buenas instalaciones y se ha trabajado en las más deficitarias, como el paso de la Cárcel Real al Estadio. Hace falta cambiar el Juzgado de Menores. Y la unificación de sedes en la Ciudad de la Justicia tiene que avanzar y espero que en 2012 estemos a tiempo. San Fernando está pidiendo a gritos un nuevo edificio; y La Línea. En San Roque se han dado cambios, y en Arcos y Sanlúcar: no podemos decir que no hemos avanzado nada, pero tenemos que haerlo aún más.

-Entre los jueces y la consejera Naranjo se han abierto ciertas heridas. ¿Pueden cicatrizar?

-No puedo decir que no sea cierto. Aunque tampoco hay que dramatizar. Se producen declaraciones poco razonables, pero me gustaría lanzar un mensaje positivo: tenemos intereses distintos, pero nos preocupa la Justicia y debemos buscar una aproximación.

Los vocales del Poder Judicial ven «injustificado» el paro de febrero

«Con independencia de que sea legal o no, [la huelga] no tiene justificación alguna», debido a «la voluntad manifiesta de jueces, el Poder Judicial y el Ministerio, de modernizar la Justicia». Así resumió la posición del CGPJ ante el paro de los jueces, Miguel Carmona Ruano (en la imagen, segundo drcha.), uno de los cuatro vocales del CGPJ en visita «institucional» en Cádiz, y que se reunieron con la fiscal jefe, la coordinadora de secretarios judiciales y con los jueces gaditanos, para recibir de primera mano sus quejas y propuestas. En una rueda de prensa, los cuatro magistrados recordaron que el CGPJ aún no se ha pronunciado formalmente sobre la huelga (lo hará el lunes en pleno), aunque «la sensación» es de rechazo. Los vocales fueron recibidos por Lorenzo del Río en calidad de presidente de la Audiencia Provincial, aunque ayer el CGPJ ponía a concurso su plaza, tras cinco años en el cargo. «Aún no sé si me volveré a presentar», aseguró Del Río, que tiene 10 días para optar de nuevo a la presidencia.