ESPAÑA

Rajoy pide al PP «altura de miras» para superar los problemas internos

El vicepresidente de Aguirre insta a Ruiz-Gallardón a rectificar porque «no hay pruebas de una red de espionaje»

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Mariano Rajoy reclamó ayer «grandeza y altura de miras» al Partido Popular y pidió a sus dirigentes que «se eleven por encima de su ombligo» y se dediquen a atender los problemas de los ciudadanos. Tras una semana de pasión, en la que los dirigentes populares de Génova y de la Comunidad de Madrid se cruzaron reproches y descalificaciones a costa del supuesto espionaje interno, el presidente del partido rompió el hermetismo que mantenía desde el domingo y exigió a los suyos que pongan fin a las disputas y se centren en su labor de oposición.

El líder de la oposición aprovechó la presentación en Madrid de una conferencia del presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para lanzar su mensaje, aunque sin mencionar en ningún momento los casos de espionaje a cargos madrileños de su partido.

«Es momento para ofrecer grandeza y altura de miras, y demostrar que lo único que debemos atacar en política son los problemas de los ciudadanos -dijo-. Esto es lo bonito. Que todo el PP de España se eleve por encima de su ombligo».

Rajoy apareció rodeado de miembros de la dirección del PP, entre ellos el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que por la mañana había acudido a un acto con Esperanza Aguirre, en un intento de ofrecer una imagen de unidad. «Es el tiempo de los jueces», comentó el alcalde madrileño, que rehuso hacer comentarios sobre la trama de espías.

Los intentos de la dirección del PP por acallar los ecos de una polémica que, a su juicio, sólo beneficia al PSOE se estrellaron no obstante contra el ánimo encendido del número dos de Esperanza Aguirre, el espiado Ignacio González. El vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid eludió exculpar de modo inequívoco a Génova de la supuesta trama de espionaje y de la guerra de informes que afectan a su partido y aprovechó la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno regional para arrojar sus dardos sobre Alberto Ruiz-Gallardón.

González esquivó la pregunta de si se siente respaldado por el equipo de Rajoy y afirmó que lo que quiere «es el apoyo de la Justicia». Aún así, los aguirristas quieren que se retracte por haber dado credibilidad públicamente a las informaciones que atribuyen al consejero de Presidencia, Francisco Granados, la creación de un «cuerpo parapolicial».

La inercia de un enfrentamiento ya acérrimo puso a rodar así de nuevo la madeja interna que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, intenta desenredar con escasos medios.

González, que argumentó no tener potestad para pedir a cargos no políticos de su gobierno que colaboren en la investigación abierta por la dirigente popular, subrayó que las declaraciones que la semana pasada hizo el alcalde madrileño en 59 segundos sobre este asunto fueron «desproporcionadas e inadecuadas». «Estoy seguro de que las rectificará porque no hay prueba de una red de espionaje ilícita», subrayó. Él también se sirvió, sin embargo, de las informaciones que atribuyen a Ruiz-Gallardón la puesta en marcha de otro equipo parapolicial para asentar la sombra de la sospecha. A pesar de que aseguró desconocer el tema y dijo no querer incurrir en lo mismo que critica, añadió que es «cuando menos extraño que un ayuntamiento como el de Madrid con 6.000 policías locales necesite contar con una estructura policial adicional».

Esperanza Aguirre tampoco desaprovechó la ocasión de arremeter contra su máximo enemigo interno en una entrevista en Onda Cero en la que afirmó que están haciendo mucho daño a la institución que preside «quienes dan pábulo a estos montajes sin pruebas».

En ese mismo foro puso de paso en solfa la labor opositora de Mariano Rajoy. «No me interpreten como una crítica al liderazgo, hago autocrítica como dirigente que soy del PP -matizó-, creo que teniendo en cuenta cómo están las cosas deberíamos estar mucho mejor en las encuestas».