EN LA COLA. Una mujer sostiene un niño en brazos mientras le atienden en una oficina gaditana del INEM. / CRISTÓBAL
Ciudadanos

El declive económico origina1,2 millones de parados en España

El Gobierno no descarta medidas adicionales para los más débiles

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Los golpes duros de la crisis se intensifican sin escapatoria en el mercado laboral. En un año, se han destruido 620.100 empleos, hay 1.280.300 parados más, y la situación se hace crítica para 273.300 desempleados que perdieron su trabajo hace más de 12 meses y para 385.500 hogares que engrosaron la lista de familias con todos sus miembros desocupados. Es la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2008 el documento que refleja estas alarmas. El Gobierno renuncia a tirar la toalla y, en contra de declaraciones del vicepresidente segundo Pedro Solbes, deja entrever que hay margen para nuevas ayudas adicionales destinadas a los colectivos más castigados.

El pasado 31 de diciembre los negros resultados de la EPA desvelaban un total de 3.207.900 parados, de una población activa de 23.064.700 personas que, trimestre tras trimestre, aumenta y, de momento, provoca frustración en casi 14 (13,9) ciudadanos de cada cien, porque pese a tener edad y ganas de trabajar carecen de una colocación. España no conocía una tasa tan elevada de desempleo desde el principio del año 2000 ni un total tan alto de desocupados desde 1998.

En este proceso de deterioro, los hombres y el grupo de inmigrantes aparecen como los más perjudicados. El paro masculino creció en 809.600 personas, casi el doble que el femenino, que se incrementó en 470.700. En cifras relativas, la diferencia se hace más patente. El desempleo entre los varones aumentó un 92,08%, mientras que entre las mujeres lo hizo en el 44,90%. Por nacionalidades, la subida se quedó en el 59,78% entre los españoles, frente al crecimiento disparado del 91,18% que tuvieron que afrontar los extranjeros. Así, los índices de desocupados se situaban en el 12,96% en los hombres; 15,14% en las mujeres; 12,52% en los autóctonos; y 21,26% en los inmigrantes.

Actividad en mayores

En el lado del empleo, las mujeres frenaron la destrucción de puestos de trabajo. Consiguieron generar 36.400 nuevas colocaciones. El grupo más activo fue el mayor de 55 años, entre quienes las colocaciones subieron un 7,34%. También los varones de esa edad ampliaron su mercado laboral en un 1,33%. Y es que en general los jóvenes de ambos sexos, sobre todo, los menores de 19 años recibieron un varapalo con un 25,69% menos de ocupados.

El mal de fondo de la catástrofe, tal y como se vislumbró a mediados de 2007 cuando comenzó el ajuste, es el comportamiento de la construcción, en otros momentos pilar del desarrollo económico del país. Se trata de un sector masculinizado que había abierto grandes puertas (ahora cerradas) a la entrada de mano de obra extranjera.

El paro en el ladrillo creció un 164,87% mientras se perdía más de medio millón de empleos. Conforme avanza la recesión sus tentáculos se extienden por la industria y los servicios, aunque éstos últimos tuvieron 200.200 contrataciones más. La agricultura, con menor actividad cada año, intentó sobrevivir, pero también tuvo en 2008 más desempleos y menos colocaciones.

Por comunidades

En 2008, ninguna comunidad se libró de la subida del desempleo. Es más, en seis, el desastre alcanzó incrementos superiores al 90%. Por ejemplo, en Canarias casi se duplicó el total de parados tras aumentar un 98,13%. A continuación se situaron Navarra, con un 96,38%; Cantabria, con un 95,69%; Castilla-La Mancha, con un 95,50%; Navarra, con un 93,63%; y Aragón con un 92,15%. Por su parte, Extremadura y Asturias contabilizaron las subidas más bajas, de un 23,15% y un 26,42%, respectivamente.

Y, en el capítulo de ocupados, únicamente Asturias generó a lo largo del ejercicio más puestos de trabajo. El aumento se quedó en el 1,19%, dato muy positivo si se tiene en cuenta que la destrucción de empleo, en términos generales, llegó al 3,03%. También destaca la situación de Galicia, donde la reducción sólo fue del 0,09%. La caída más elevada del 8,73% se produjo lógicamente en Canarias, la más castigada del pasado ejercicio.