Un merecido aplauso
El viernes 23, a las ocho y media de la tarde, comienza en el Gran Teatro Falla el ansiado y esperado Concurso de Agrupaciones. El concurso de las pasiones, de los sentimientos y de la creatividad sin límites. Ciento y pico de agrupaciones locales, provinciales, regionales y de otros lugares de España, después de arduos ensayos durante meses, presentarán su último trabajo recién salido de la fábrica de los sueños en los ladrillos coloraos al respetable gaditano. Todo se está preparando y ultimando minuciosamente con un delicado mimo, con esmerado cariño, con inusitado orgullo. Todo se cuida al máximo. El nuevo vestuario, zapatos, maquillaje, estética, decorado, atrezzos, luces, abalorios, voces, repertorio... Nada puede quedar sin ser revisado e inspeccionado para evitar un posible fallo. La cooperación y la sintonía entre componentes es perfecta y solidaria.
Actualizado: GuardarTodas y cada una de las agrupaciones en las cuatro modalidades se multiplican y hacen un esfuerzo gigante para presentar en el teatro lo mejor de lo mejor. En el hermoso escaparate del Falla exponen sus más artesanas e ingeniosas mercancías confeccionadas y tejidas con las fibras más sensibles del alma y del conocimiento. El precio: el sincero aplauso del público. Qué sería del teatro sin aplausos. Sin el calor del público: que es el pueblo. Y éste pueblo nuestro que se reinventó en Carnaval y le puso sello propio no sabe a ciencia cierta lo que sufre una agrupación cuando en el concurso le toca ser telonera. Abrir el espectáculo, abrir el telón del concurso. La decepción es mayúscula, repercutiendo en la moral de los componentes. Nuestro pueblo que es sabio y agradecido debería brindarle un fuerte aplauso de bienvenida a los teloneros de todas las secciones y en particular al Coro Los Pabellones. ¿Un merecido aplauso!
