Malo de Molina argumentó la necesidad de demoler la finca. / LA VOZ
CÁDIZ

Malo de Molina advierte que la demolición aún no está descartada

El arquitecto gaditano asegura que esta resolución de la Junta «no garantiza totalmente su preservación»

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El arquitecto Julio Malo de Molina, ex decano del colegio, es uno de los que se ha puesto en contra de mantener ese edificio. Lo argumenta de manera clara y directa: «Tiene una ubicación absolutamente inaceptable, es un ejemplo tardío de un subestilo arquitectónico y además sus proporciones y composición son toscas».

Sin embargo, Malo de Molina cree que la decisión de la Delegación de Cultura no es una sentencia firme y va más allá al asegurar que «no garantiza totalmente su preservación». Asegura que la fórmula elegida -la inclusión en el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea- es «la más light que se le podía dar».

Recordó además que la Aduana Nueva, que se terminó en el año 1959, se levantó sobre un jardín que era el frente de la vieja estación de trenes. «En aquella época entró en vigor la Ley del Suelo de 1956; lo que ocurre es que tal vez la licencia de obra se había pedido antes de que se aprobara esta ley», manifestó el ex decano del Colegio de Arquitectos.

En su opinión, si había que elegir un ejemplo del Eclecticismo Historicista, el arquitecto se decanta por el inmueble de la Audiencia Provincial.

Malo de Molina no es el único que se manifiesta en contra de la continuidad de este edificio. Juan José Jiménez Mata, autor junto al ya citado de la Guía de Arquitectura de Cádiz, considera que «es imprescindible la configuración de una auténtica plaza de la estación, modelo decimonónico aún válido por la recuperación del ferrocarril». «El edificio -insiste Jiménez Mata- es una burda imitación y mezcla de antiguos estilos».

El mantenimiento o el derribo de la Aduana ha cosechado división de opiniones dentro del colegio profesional, hasta tal punto que se organizó un debate público al que se invitó al arquitecto ganador del proyecto que iba a llevarse a cabo en la plaza Sevilla, César Portela. Éste también preveía la eliminación de esta finca que oculta la fachada de la vieja estación. El pasado martes, al conocer la noticia de que la Junta decidía proteger la Aduana Nueva, Portela señaló que eso ya no formaba parte de su proyecto, puesto que en su lugar, él había concebido espacios libres.