El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero./ Efe
un pacto a contrarreloj

Zapatero afirma que los destinatarios del nuevo modelo de financiación autonómica son los ciudadanos

Asegura que dentro de un año España estará "tocando la recuperación", aunque quedará el "reto" del empleo

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado hoy que la aportación de recursos para el nuevo modelo de financiación autonómica no es para los gobiernos regionales, sino que los destinatarios son los ciudadanos.

En declaraciones a la TV del PSOE, el también secretario general de los socialistas ha insistido en que el modelo se aprobará "entre todos" y que supondrá más recursos para las autonomías. Ha insistido en que el 80% de esas aportaciones va a la educación, a la sanidad y a la dependencia, por lo que cuando se habla de la financiación autonómica no es "algo abstracto".

No se trata, ha continuado, de poner dinero a los gobiernos autonómicos para ellos, sino de mejorar la calidad de la sanidad, de reducir las listas de espera, de que los hospitales tengan mejores prestaciones o de que los centros de salud se renueven.

Rodríguez Zapatero ha destacado que cuando se habla de financiación autonómica se habla de que Internet llegue a todos los centros educativos, de mejorar las becas, de tener más recursos para combatir el abandono escolar, mejores institutos o polideportivos.

Los españoles se ahorrarán 20.000

Aunque el tema de las últimas semanas es la financiación autonómica, Zapatero ha hablado también de la crisis. Ha asegurado que los españoles se ahorrarán el próximo año en torno a 20.000 millones de euros en el pago de sus hipotecas gracias al descenso continuado del Euríbor desde el pasado 15 de octubre, fruto de las medidas de apoyo al sistema financiero puestas en marcha por los gobiernos europeos y el Banco Central Europeo, y que a partir de enero se traducirá en un descenso de las cuotas mensuales.

Zapatero destacó que las actuaciones de su Ejecutivo en respuesta a la crisis ya han empezado a dar resultado sobre el sistema financiero, que han "despejado el riesgo" de quiebras de las entidades españolas y garantizado los depósitos de los ahorradores españoles.

El jefe del Ejecutivo, quien ha señalado que los "primeros síntomas de la recuperación económica" no empezarán a manifestarse hasta finales de 2009, ha asegurado que la crisis ha demostrado que el Estado "es imprescindible" y tiene capacidad de hacer cosas "tan bien e incluso mejor que el mercado solo", al tiempo que ha insistido en que, para salir de ella habrá que reforzar la cohesión y las políticas sociales.

"Dentro de un año tendremos un tono vital de país mejor, estaremos viendo como la recuperación económica la tocamos ya con las manos, aunque seguiremos teniendo del reto del empleo", ha señalado. Para el presidente, los datos dentro de un año seguirán siendo malos, pero las expectativas más positivas, lo que hará recuperar la demanda y el consumo.

Contención "palpable" del paro en abril

Zapatero ha admitido que la "realidad ha sido bastante novedosa", ya que las dificultades han superado las previsiones que manejaba hace un año, a causa de la crisis financiera y su impacto sobre el empleo, lo que ha exigido "un trabajo más intenso de reacción", a través de la aprobación de un amplio paquete de medidas, entre las que destaca el plan extraordinario de inversión productiva dotado con 11.000 millones de euros.

Englobado en este plan, destaca el fondo de inversión estatal para municipios, cuyos 8.000 millones permitirán la puesta en marcha de 25.000 obras públicas entre enero a abril del próximo año, un periodo a partir del cual la "contención de la destrucción de empleo será palpable".

No obstante, el presidente ha recordado a los desempleados que el sistema de protección por desempleo les garantiza una renta durante "doce, catorce o dieciséis meses" y si la evolución del mercado laboral y la actividad económica "les pusiera en más dificultades" el Gobierno "sería sensible" a sus reclamaciones, siempre aprovechando "al máximo" el diálogo social.