MEMORIA. Reconocimiento de la CEC en junio. / M. G.
ANDALUCÍA

Una vinculación muy estrecha con la provincia

Rafael Álvarez Colunga nació en la provincia de Sevilla, pero su familia (su madre y hermanos, de hecho) eran naturales de Olvera, en el límite de la Sierra gaditana. «Se podría decir que tenía el corazón partido entre su tierra natal y la de su familia y que siempre se sintió un poco de aquí», señaló ayer el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Miguel González Saucedo, quien, a la hora de resumir la figura del dirigente fallecido, destacó que «era una gran persona, un gran amigo y un maestro». González Saucedo, que ha compartido «muchos viajes, muchas mesas y muchos momentos» con el líder empresarial andaluz, recordó que esa vinculación con la provincia tuvo una última plasmación hace muy poco tiempo: fue en la última asamblea de la CEC de junio, que se celebró precisamente en Olvera y donde se reconoció a Rafael Álvarez Colunga justo cuando se cumplían 30 años de la asociación. Tras las votaciones, la fiesta posterior entre los empresarios de la provincia se desarrolló en la finca de la familia Álvarez Colunga junto al pueblo.

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Hace cinco años, cuando la edad de la Confederación llegó a los 25, también se concedió al presidente de honor de la CEA la medalla de la asociación gaditana. «Siempre ha sido un referente para todos nosotros», concluyó González Saucedo. En su memoria quedan los últimos trayectos compartidos en el AVE a Madrid para asistir a las reuniones de la CEOE.