SIMPÁTICO. Álvarez Colunga en una conferencia este año. / LA VOZ
ANDALUCÍA

Las pruebas de ADN confirman que el cadáver hallado en Mazagón es el de Álvarez Colunga

Los informes genéticos y odontológicos certificaron los peores presagios de la familia Según las investigaciones, el incendio que se originó en su embarcación fue «accidental»

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El empresario sevillano Rafael Álvarez Colunga fue incinerado ayer en el cementerio de Huelva tras perder la vida el pasado sábado en la explosión ocurrida en su embarcación frente a la costa onubense. La incineración se produjo después de que en torno a las diez de la mañana tanto las pruebas de ADN como las realizadas a las piezas dentales del cadáver carbonizado localizado el sábado por Salvamento Marítimo en aguas onubenses, confirmasen que el cuerpo correspondía al del empresario sevillano Rafael Álvarez Colunga, según informaron fuentes del Instituto Armado.

El cuerpo fue rescatado en la tarde del sábado por efectivos de Salvamento Marítimo alertados pasadas las cinco de la tarde por los tripulantes de una embarcación que había divisado en las inmediaciones de la bolla del petrolero, a seis millas de la costa onubense, una columna de humo tras la explosión de una embarcación. Los efectivos de Salvamento localizaron los restos de una embarcación semirrígida, tipo Zodiac, propiedad del empresario. En la noche del sábado, la familia de Álvarez Coluga, que pensaba que se había ido a ver una regata, denunciaba su desaparición.

Iba solo

La investigación se centró en un primer momento en determinar la identidad del cadáver y si era el único ocupante de la embarcación. Aunque en principio se barajó la posibilidad de que un marinero de su confianza acompañara al empresario, esta posibilidad se descartó horas después. La hipótesis que cobra más fuerza para las autoridades es la del incendio accidental de la embarcación. Fuentes de la Guardia Civil han explicado que aún se desconocen las causas que motivaron esa explosión de la zodiac. La familia del conocido empresario denunció su desaparición la tarde del sábado, al no tener noticias suyas y poco después de conocer que una embarcación similar a que poseía había salido ardiendo. Álvarez Colunga , de 71 años, había salido a primera hora de la tarde para disfrutar de la XVI Regata de Invierno organizada por el Club Náutico de Mazagón.

Nacido en 1937 en Morón de la Frontera (Sevilla), Álvarez Colunga también fue vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), cargo que desempeñó desde 1992 hasta el pasado mes de febrero, y estuvo muy vinculado a organizaciones ciudadanas y culturales, como la Fundación Antonio Mairena o el Real Club de Enganches de Andalucía.

Un trabajo 'de medalla'

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, destacó ayer que el presidente de honor de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Rafael Alvarez Colunga, trabajó para cambiar «radicalmente» la imagen de esta institución a la que hizo «mucho más moderna». En declaraciones a los periodistas tras asistir a la misa en su memoria celebrada ayer en el tanatorio Atlántico de la capital onubense, Chaves indicó que se trataba de «una buena persona», a lo que añadió que dotó a la CEA de «más peso empresarial en el conjunto de la organización española».

Así, aseguró que este empresario andaluz «siempre defendió la necesidad de que en Andalucía hubiera más vocación empresarial, más iniciativa emprendedora y mucho más empresario y que cuajara también en el colegio, en las escuelas de formación profesional y la universidad».

Respecto a su relación con Alvarez Colunga, Chaves aludió que se trataba de un «buen amigo», con el que tuvo sus «diferencias cuando era presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, pero era una persona que defendía el diálogo y a través de él pudimos resolver estas diferencias y encontrar puntos de consenso beneficiosos para Andalucía». afirmó el presidente andaluz que quiso acompañar a familiares y amigos del empresario.