TRIBUNA LIBRE

Una merecida medalla

Hoy es un día especial para mí porque la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz entrega la Medalla de la Corporación a la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz. Quizás os preguntéis ¿Por qué se le entrega esta medalla a la Confederación? Pues muy sencillo, la Cámara cree que en los 30 años de existencia ha hecho meritos más que suficientes para recibir esta medalla y ha representado y ha defendido los intereses de los empresarios de Cádiz, al igual que la Cámara.

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Me gustaría decir, que si bien en ámbitos diferentes, por nuestra distinta naturaleza jurídica (la Cámara es una entidad de derecho público y la Confederación es privada) ha existido siempre una colaboración entre las dos entidades. Si me gustaría recalcar que en esta ultima década se ha intensificado con una permanente comunicación, una coordinación de nuestras actuaciones y siempre respetando nuestra independencia, han hecho que ambas instituciones sirvamos mejor a nuestra electores en un caso, afiliados en otro, pero en definitiva a los empresarios de la provincia. Esto lo demuestra, entre otras cosas, que muchos de los miembros órganos de las Cámaras, pertenezcamos también a los órganos directivos de la Confederación, empezando por sus presidentes. Me gustaría destacar que, aun a pesar, de que en nuestros principios algunos presagiaron algunos enfrentamientos entre ambas entidades, he de decir que ha sido todo lo contrario, hemos sabido siempre buscar la mejor colaboración en beneficio de nuestro fin común que es el empresariado de la provincia.

La Cámara de Comercio de Cádiz, con la concesión de esta medalla quiere reconocer públicamente y agradecer a la Confederación de Empresarios de la provincia de Cádiz la gran labor de que ha dedicado desde su fundación a revalorizar la actividad del empresario, incrementar el tejido empresariado y a apoyar la creación de nuevas empresas, así como a ayudar al mantenimiento de las mismas en los momentos difíciles que esta provincia ha sufrido en todas estas décadas.

De la labor de la CEC me gustaría destacar, entre otros logros, su eficaz papel en el ámbito de las relaciones laborales en defensa de los intereses empresariales frente a las reivindicaciones sindicales en las difíciles negociaciones colectivas.

Esta merecida medalla va dedicada a todos los que estos 30 años han formado parte de de la CEC (presidentes, órganos de gobierno, equipo técnico), ya que todos ellos han materializado los acuerdos y han sido los artífices de los estrechos vínculos que existen entre las dos instituciones.

Que esta Medalla que en nombre de la Cámara de Comercio entregaré hoy la Confederación de Empresarios, además de ser un reconocimiento público a favor del empresariado, nos sirva como estímulo para que sigamos conjuntamente trabajando por todos los que integran estas entidades y para impulsar la colaboración en nuevos campos que la realidad de cada momento nos requiera, todo ello sin menoscabo de la independencia de ambas entidades.