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Georgia frena a los demócratas

Millones de votantes conservadores aterrados con la posibilidad de que Obama imponga el socialismo en EE UU arrebataron ayer al Partido Demócrata el sueño de una mayoría absoluta que le permita implantar su agenda electoral. El último asiento del Senado que quedaba por votar cayó en manos del republicano Saxby Chambliss por goleada.

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El pasado 4 de noviembre, el demócrata Jim Martin casi empata con el veterano senador de este estado conservador, pero ninguno alcanzó el 50% necesario. El desempate del martes había perdido interés para los votantes, especialmente para los afroamericanos, que hace un mes se volcaron en las urnas para elegir al primer presidente negro de la historia. Sin ellos, Martin estaba sentenciado a la derrota, porque su rival tenía el favor del 72% de los blancos.

Con él se alineó la flor y nata del Partido Republicano. El desfile de estrellas políticas como Sarah Palin, John McCain, Rudy Giuliani, Mike Huckabee y Mitt Romney llegó con el eslogan de Parar a Obama, aunque el nuevo presidente electo no puso un pie en Georgia. De ahí el resentimiento que le guardará parte del partido. Otros pesos pesados como Bill Clinton y Al Gore sí participaron en estas dos semanas de campaña, que han costado a cada partido tanto como los nueve meses anteriores.

Recuento en Minesota

A falta de que se dirima el recuento de Minesota, donde el demócrata Al Franken asegura que la diferencia es de menos de 50 votos, los demócratas se quedan con 58 escaños -dos de ellos de independientes-, a dos de la mayoría absoluta.

Chambliss celebró la única gran victoria que haya tenido su formación este año como si hubiera recibido un mandato para frenar la agenda de Obama. «Habéis mandado un fuerte mensaje al mundo de que los valores conservadores de Georgia cuentan. De que el equilibrio en Washington es necesario», entonó.