FELIZ. Ajeno a la crisis y su posible traslado, Knut desayuna un pez en su estanque del zoo. / AFP
El oso más famoso de Alemania cumple 2 años y el zoo de Berlín no tiene dinero para ampliar su habitáculo

La crisis 'ahoga' a Knut

La crisis financiera y económica que azota al planeta no perdona a nadie, ni siquiera a Knut, el oso polar más famoso del mundo, el único que goza del raro privilegio de haber sido el tema de portada de la exclusiva revista Vanity Fair y que nació hace dos años en Berlín. Cuando toda la ciudad se preparaba para celebrar mañana su segundo cumpleaños en el zoo de la capital alemana, la ciudad se estremeció con una noticia inquietante proveniente de Neumünster. «Knut pasará la Navidad en Berlín, pero no estoy seguro de si seguirá allí en la Semana Santa», dijo Peter Drüwa, director del zoo. «Nosotros tenemos el derecho a decidir dónde vivirá Knut en el futuro», añadió.

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Es cierto, El zoológico de Neumünster posee el derecho exclusivo sobre la vida y milagros del oso polar gracias a una categórica ley biológica. Lars, el padre de Knut, vive en el zoológico de esa ciudad. Pero el cambio de domicilio del animal tiene raíces más profundas. Con dos años cumplidos, Knut ya es un oso adulto y está en inmejorables condiciones físicas para tener familia. Pero para tener una pareja y descendientes, necesita más espacio del que dispone actualmente: 300 metros cuadrados.

'Oso busca casa'

Para ampliar el habitáculo de Knut, el zoo de Berlín necesita invertir unos 9 millones de euros, una suma que no sabe de dónde sacar a causa de la crisis. El director del parque, que ha sido visitado por cinco millones de personas para ver y fotografiar a Knut, ha decidido buscar un nuevo domicilio para la principal atracción turística de la ciudad.Varios zoológicos europeos han mostrado interés en darle un nuevo hogar al oso berlinés, que fue capaz de producir ingresos por casi 5 millones de euros en 2007 en souvenirs, derechos de televisión, entradas, tarjetas postales camisetas y, por supuesto, ositos de peluche.

La posibilidad de que Knut abandone su ciudad natal ha alarmado a sus admiradores, que ahora buscan la forma de evitar el traslado de la mascota más emblemática de Berlín. «Estoy recibiendo e-mails de todo el mundo. La gente no puede creer que Knut tenga que abandonar la ciudad», confiesa Doris Webb, una berlinesa que fundó la iniciativa Knut forever in Berlín -Knut para siempre en Berlín-.

Pero las leyes del mercado son rigurosas y los empleados del zoo de Berlín ya están preparados para la tragedia. El futuro hogar de Knut podría ser el zoológico de Gelsenkirchen, donde vive Lara, una osa de 4 años que dispone de casi 2 mil metros cuadrados, un hogar de lujo ideal para que Knut conozca los rigores de la paternidad.