INGLÉS. Imagen de una de las clases de Apoyo Escolar. / V. LÓPEZ
CÁDIZ

«No quiero cometer los mismos errores que mis padres»

Cada alumno que cursa el Programa de Transformación Social municipal en el Centro de Promoción del Menor Eduardo Benot tiene una historia diferente. En sus mayoría son niños que «proceden de familias desestructuradas y con carencias afectivas».

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A. C., un niño de 12 años, sufrió la separación de sus padres hace unos meses, algo que afectó su rendimiento escolar. «Decidí traerlo porque el curso pasado suspendió casi todas las asignaturas. Nunca le había pasado algo así, pues siempre sacaba notables, pero el psicólogo me dijo que era producto del divorcio», confiesa la madre, al tiempo que el menor agrega: «La educación aquí es más amena que en el colegio. Mi idea es terminar los estudios para empezar la carrera de Medicina, no quiero cometer los mismos errores que mis padres».

Similar opinión tiene S. L., una adolescente de 14 años, quien asiste por las tardes a las clases de apoyo escolar de Inglés, una materia que necesita para «estudiar Turismo en el futuro», su sueño.