PRUDENTE. Raúl López, ayer en el entrenamiento. / ANTONIO VÁZQUEZ
Cádiz C.F.

Un vistazo al pasado para prevenir

Raúl López no quiere relajaciones de ningún tipo porque «el año pasado nadie pensaba que podíamos bajar y mirar dónde estamos ahora»

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Nadie mejor que Raúl López para mostrar el camino, «que sigue siendo largo», avisa. A pesar de los ocho puntos que el Cádiz saca al segundo, el jerezano es el encargado de mantener las piedras dentro del cesto para que el globo amarillo no pierda contacto con la realidad pese al espectacular arranque liguero. «Sabemos que todavía queda un camino largo por hacer. El objetivo no está ni mucho menos conseguido. Es más, queda un mundo», dice.

Su veteranía le lleva a pensar que las malas rachas nunca avisan pero «siempre pueden llegar y cuando lo hacen, comienzan los nervios», dice desde su propia la experiencia. Y nada como un ejemplo reciente y certero para mandar un mensaje de humildad en tiempos de un lógico pero desmesurado optimismo. «Parecía complicado bajar a Segunda B el año pasado y aquí estamos», dijo con una triste sonrisa para evidenciar que si la temporada pasada era de locos pensar en el catastrófico final, en este ejercicio no se caer en el error de pensar que el ascenso será pan comido.

Raúl López se muestra seguro de que el equipo no levantará el pie del acelerador. «La única mentalidad que tenemos es la de ascender por lo que sabemos que no podemos relajarnos». Y lo tiene claro. «Como no corras igual o más que el contrario llegan los problemas tal y como nos pasó el año pasado», atestigua para prevenir un nuevo golpe.

Buen ambiente

Si para muchos, el hecho de liderar la tabla de una forma aplastante puede ser motivo de relajación, para el jerezano supone todo lo contrario. «La sensación que tengo es la contraria. Salir al campo con la tranquilidad de estar líderes da mayor motivación para jugar al cien por cien». Además, entiende que para el Cádiz no puede haber partidos fáciles porque «todos nuestros rivales quieren hacer el partido del año ante nosotros», advierte.

La inmejorable marcha del equipo ayuda a que en El Rosal esté siempre presente el buen humor. Prueba de ello fue ayer la rueda de prensa de Raúl López porque, la verdad, es que el jerezano estuvo sembraó en sus argumentaciones. Si ya el «nadie pensaba que podíamos bajar el año pasado y aquí estamos» provocó algunas risas en los periodistas, tampoco estuvo carente de gracia su comentario sobre el miedo escénico con el que pueden jugar los contrarios que visiten Carranza. «Siempre es bueno que los equipos nos respeten pero, y aunque no estoy en situación, a mí me gustaría jugar en el Nou Camp aunque nos metieran un saco», consideró entre bromas.

Tampoco tuvo desperdicio el balance que hizo de la victoria en Sevilla. «Fue un partido raro porque empezamos bien hasta que los niños (los canteranos béticos) se soltaron y comenzaron a jugar. Fue un partido para olvidar en el que lo mejor fue el resultado... Vamos que fue de puta madre», resumió con sencillez.

Por último, fue preguntado acerca de si el encuentro ante el Betis B podía compararse con un encuentro de liguilla dado la calidad del conjunto bético y de su posición en la tabla. «Es pronto y alocado decir que era como un encuentro de liguilla porque para nada era trascendental ni tenía la carga de tensión que tienen esos partidos», contestó con razón el jugador cadista.

acarbonell@lavozdigital.es