Ines Sabanes(i), Willi Meyer(d) y Eberhard Grosske durante el discurso de clausura de la X Asamblea General de IU, en la que se decidió que Cayo Lara encabezará los trabajos de una comisión. /Efe
crisis interna

Izquierda Unida concluye su Asamblea dividida y sin elegir al sucesor de Llamazares al frente de la formación

Los dirigentes acuerdan crear una comisión para decidir en el futuro hasta que culmine el proceso de refundación

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ha habido intentos, pero no ha podido ser. La sombra que se cernía ayer al inicio de la Asamblea de Izquierda Unida se ha confirmado, y, en su cónclave del fin de semana, la federación no ha sido capaz de consensuar el sustituto de Gaspar Llamazares.

En público, la mayoría de los dirigentes no quiere hablar de drama, defienden los beneficios que puede reportar una dirección colectiva, aunque sea temporalmente, y apuntan a un objetivo conseguido como el de sentar las bases y el calendario de la refundación de Izquierda Unida.

Más locuaces en privado, muchos creen que no ha podido haber peor mensaje a los ciudadanos en general y a los votantes en particular, lamentan el harakiri de Rivas y emplazan a comprobarlo en las elecciones europeas del próximo año.

Han sido decenas las conversaciones intercambiadas por los representantes de las diversas familias para sondear las posibilidades de cada uno, y en la madrugada del domingo se usó el último cartucho.

Un desconocido Grosske

El disparo no ha sonado nada bien en el PCE, ya que 'llamazaristas' e integrantes de la 'Tercera Vía' han acordado presentar como candidato al dirigente balear con nombre alemán Eberhard Grosske, a quien los dirigentes comunistas se apresuraron a colgar la etiqueta de heredero del hasta ahora coordinador general.

Pese a ello, ha habido varias horas durante las que su opción ha tenido visos de prosperar y en las que los periodistas estuvieron al acecho para captar su imagen y sus primeras declaraciones. Eso sí, la mayoría ha tenido que echar mano de Internet para conocer su cara y no equivocarse en el objetivo, o fiarse de la descripción de un responsable de la organización de IU: "una mezcla entre Richard Gere y Joan Saura".

Una vez identificado (y tras los inevitables comentarios sobre lo acertado o no de la anterior descripción), Grosske, consciente de que todo podía ocurrir, no quiso comentar sus opciones al creer que aún era "aventurado y prematuro". Tenía razón. Su candidatura no ha prosperado aunque entró a formar parte de un Consejo Político en el que el PCE consiguió la mayoría (39 de 90 miembros) pese a que no ha sido suficiente como para ser determinante.

Cayo Lara se postula como futuro líder

Pero ha bastado para que su candidato a coordinador, Cayo Lara, haya sido designado, de momento, coordinador de la comisión que va a coordinar los trabajos que elegirán al coordinador en el plazo aproximado de mes y medio.

Lara no ha desaprovechado su intervención (con caja de música incluida que perteneció a la Pasionaria y con la que interpretó la Internacional) con la que se ha cerrado la Asamblea, para postularse como futuro líder de IU pero defendiendo que deben desecharse ya los tiempos en los que el respaldo logrado para ello eran muy exiguos.

Aunque en dos maratonianas jornadas la Asamblea de IU ha adoptado una serie de decisiones que a juicio de sus dirigentes responden al lema del cónclave, "Respuestas por la izquierda", la pregunta de quién será el sustituto de Llamazares quedó sin contestación.

No ha habido fumata para ello, pero sí para darse un plazo de dieciocho meses con el fin de culminar su proceso de refundación. Para entonces, por aquello de los malos augurios y de evitar equívocos y juegos de palabras, alguno tal vez aconseje optar por un lugar distinto al elegido este fin de semana: calle de la Fundición.