OFICIAL. El vertedero de Miramundo recibe la basura de toda la Bahía y soporta el aumento de toneladas cada año. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

El aumento de basuras en la Bahía agudiza el problema de la falta de vertederos

Ecologistas en Acción destaca que han ido reduciéndose los vertederos ilegales Los puntos limpios de los municipios desahogan en parte estas carencias

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Para el ciudadano de a pie, el descarte de basura acaba cada noche en el contenedor de la calle sin hacer ningún tipo de selección previa. Sin embargo, en los últimos años cada vez hay una mayor concienciación en cuanto a la gestión de los residuos y la casa se convierte en el primer gestor de los deshechos. Al menos ése es el objetivo de las campañas que promueven el reciclaje y que cada vez tienen más calado en la sociedad gaditana.

En la Consejería de Medio Ambiente, consideran «abismal» el cambio producido desde que empezara la planificación de instalaciones residuales en la provincia de Cádiz, a principios de los noventa. El Decreto 218/1999, del 26 de octubre, auspició el nacimiento del Plan Director Territorial de Gestión de Residuos Urbanos de Andalucía. Ahora bien, los trabajos diarios de recogida de la basura no son competencia de la Junta, sino de los ayuntamientos; por lo que la citada normativa no deja de ser un marco general que queda en manos del desarrollo municipal y, por tanto, de la propia voluntad de los ciudadanos.

El Consorcio Bahía de Cádiz ideó el vertedero de Miramundo para dar el servicio a esta zona de constante crecimiento. El jefe del departamento de Residuos y Calidad del Suelo de la Consejería de Medio Ambiente, Juan Manuel Cuéllar, habla de esta instalación, ubicada en Medina Sidonia -a la que van a parar la mayor parte de los residuos de la provincia- con una visión optimista de futuro. Sobre todo, después de la instauración del área de compostaje, que valoriza los despojos orgánicos «como abono natural en los viñedos jerezanos».

No obstante, desde el colectivo de Ecologistas en Acción Cádiz, Daniel López, este procedimiento en Miramundo encubre medias verdades. «La inmensa mayoría de la basura se vierte de forma no legal en el vertedero, porque no es objeto de tratamiento previo». De ahí que sea necesario hacer un repaso a las instalaciones que funcionan en estos momentos como destino final de las millones de residuos que genera esta provincia. Ahora bien, los ecologistas sí destacan que en los últimos años se ha reducido el número de vertederos ilegales.

Sin embargo, la Bahía depende del funcionamiento de Miramundo para dar salida a las miles de toneladas que anualmente generan los ciudadanos y que año tras año van en aumento. Precisamente este incremento ha agudizado el problema de la falta de vertederos que existen en esta zona de la provincia.

CÁDIZ

Miramundo se recicla

A diario, llegan camiones de basura prensada a la planta de transferencia en Zona Franca. La empresa Bioreciclaje de Cádiz gestiona esa actividad previa y la de Miramundo, a través de una concesión del Consorcio. El consejero delegado de esta entidad, José María Rodríguez de Tembleque, asegura que «desde primeros de julio el compostaje de residuos se lleva a cabo en un 100%». Aunque admite que en ocasiones queda una partida rechazada «que va a parar al vertedero».

La calidad del reciclaje depende del contenido de los bidones grises. Ahí entran los hábitos humanos. Según Rodríguez de Tembleque, el problema de la separación de la basura no está resuelto. «Por una falta de medios y, sobre todo, por el desconocimiento general sobre el tratamiento de la basura una vez que sale del hogar».

Con el fin de subsanar estas carencias, la planta de Miramundo tiene previsto inaugurar próximamente un aula medioambiental para aleccionar a todos los sectores de la sociedad.

EL PUERTO

Zonas incontroladas

Actualmente en la ciudad no existe vertedero municipal, ya que se clausuró en agosto de 2001 tras numerosas denuncias de colectivos conservacionistas como Ecologistas en Acción y Agaden, por lo que los desechos de los ciudadanos acaban en la planta de Las Calandrias. En 1992, para actividades de recogida y reciclaje de residuos, el Ayuntamiento cedió un terreno de 1,2 millones de metros cuadrados en el polígono industrial de Las Salinas de San José a la empresa Traminasa, regentada por José Luis Nimo. Según Agaden, en la instalación del vertedero se utilizó la fórmula legal de «relleno de la marisma» para obviar la legislación existente del Plan provincial de escombros y que determinó el cierre del mismo.

«Tras su clausura afortunadamente no existe ningún vertedero incontrolado en la ciudad», comenta Juan Clavero, coordinador de Ecologistas en Acción, «aunque hay muchas zonas que de forma ilegal se utilizan para tirar los residuos», añade. Estos pequeños vertederos se ubican en zonas cercanas a la antigua carretera de Rota y las parcelas vacías del polígono Las Salinas. Los ecologistas recuerdan que tras el cierre del vertedero, la Junta realizó una inversión de 4.640.733 euros para llevar a cabo su sellamiento y regeneración ambiental de la zona. Sin embargo, este entorno se encuentra en «malas condiciones» y en desuso, pese a que existen carteles que prohíben su paso y, por tanto, tirar cualquier tipo de desperdicios.

Por otro lado, aunque no existe vertedero como tal en la localidad, para controlar y reciclaje los restos de obras está la planta gestionada por la empresa Aresur, Áridos reciclados del Sur, situada en las Canteras de las Cruces. Aresur se presenta como una empresa especializada en la gestión de los residuos de demolición y construcción y el reciclado de forma industrial de los mismos, ofreciendo una solución a la problemática que los residuos causan en los municipios. En dichas instalaciones se procede a la recepción, control y reciclaje de los restos provenientes de obras.

En el proceso de reciclaje el primer punto es la separación manual de los residuos áridos. A continuación se clasifican según su nivel de contenido en áridos: tierras, yesos, cementos, ladrillos u hormigón. Luego pasan por la machacadora y molino móvil con los que se obtiene un árido reciclado de alta calidad listo para utilizar en carreteras, escolleras, arcenes o muros compactos.

CHICLANA

Clausura de La Victoria

En estos momentos Chiclana tiene un importante problema con el tratamiento y depósito de sus basuras y residuos orgánicos. Hasta el pasado mes de diciembre, (cuando fue clausurado por la Junta), la empresa concesionaria del servicio llevaba la basura a diario al vertedero de La Victoria, de propiedad privada y arrendado para tal efecto por la Administración local. Desde entonces, el Consistorio ha tenido que hacer frente a un incremento en los costes del servicio, en tanto que la basura se deposita en la planta jerezana de Las Calandrias hasta su traslado al vertedero de Miramundo, más lejos y por consiguiente que requiere un mayor desplazamiento de los camiones y los operarios de la concesionaria, la firma Urbaser.

En los planes del Gobierno municipal tripartito está el acometer el sellado definitivo de La Victoria y solicitar a Medio Ambiente que contribuya a sufragar la construcción de una planta de transferencia que permita ahorrar el trámite intermedio de llevar la basura hasta la planta jerezana. Sobre la primera cuestión, la Junta ya ha dicho que no está dispuesta a abonar los casi cinco millones de euros que cuesta este proceso. Por su parte, y en medio de la inestabilidad política del actual Gobierno local, la construcción de la nueva planta de transferencia sigue sin concretarse. Cabe mencionar que Chiclana dispone además de dos puntos limpios donde se pueden depositar por parte de los ciudadanos, pequeñas empresas y comercios todo tipos de restos, clasificados por su procedencia y destino final, como aceites usados, ropa, enseres y muebles o papel.

SAN FERNANDO

Depende de Cádiz

La Isla, a pesar de ser una ciudad que cuenta en su padrón municipal con una población cercana a los 100.000 habitantes, no tiene ningún tipo de parcela para el depósito de los residuos del municipio. Tampoco una planta de tratamiento de restos orgánicos ni de reciclaje, ya que todos los residuos de la ciudad son transportados a la planta de transferencia de la Zona Franca, en Cádiz, para su posterior traslado a Miramundo.

La falta de estas instalaciones en la localidad supuso un importante problema durante la pasada huelga de basura. La acumulación de desperdicios era tal que los camiones se llenaban rápidamente, por lo que tenían que descargar en Cádiz antes de proseguir con la recogida de basura. Un traslado que retrasaba a los operarios y disparó el plazo establecido para que San Fernando recuperara el aspecto anterior al inicio de la huelga de limpieza.

El único equipamiento similar con el que cuenta la ciudad es con el punto limpio situado en Pery Junquera y que comienza a quedarse pequeño para el aumento de población.

PUERTO REAL

Paso por la capital

En este municipio de la Bahía no existen vertederos. El servicio de recogida lo realiza la empresa municipal Apresa 21. El servicio se realiza los 365 días al año en toda la población, incluidas las zonas rurales. En los polígonos industriales, se hace cinco días a la semana, existiendo servicios especiales en el mercado de abastos, de lunes a sábados, y en los mercadillos del viernes en Las Canteras y los sábados en el Río San Pedro. Los residuos sólidos urbanos (RSU) se transportan a la planta de transferencias de Cádiz, tras las negociaciones mantenidas el pasado año con la empresa Biorreciclaje. Antes se llevaban directamente a Miramundo. Al llevarlos a la nueva planta de Cádiz se ha logrado una disminución en los tiempos muertos de servicio efectivo, en los costes de combustible, mantenimiento, conservación y reparación de los recolectores, dado que los últimos kilómetros hasta Miramundo están sin asfaltar y en pésimas condiciones.

El volumen de residuos recogidos en 2007 fue de 20.000 toneladas, y en el periodo contabilizado de enero a septiembre de 2008 se llevan ya 17.000 toneladas, con lo que se espera un incremento con respecto al ejercicio anterior.

JEREZ

De conflicto laboral

La planta de Las Calandrias, ubicada en El Portal, proporciona el servicio de tratamiento y reciclaje de residuos urbanos a los municipios de Jerez, El Puerto, Rota y Arcos de la Frontera, que generan unas 168.000 toneladas de basuras al año. Esta planta es gestionada por Aguas de Jerez y otros organismos públicos que han delegado la gestión en empresas privadas como Verinsur y Sufi.

La plantilla ha denunciado en numerosas ocasiones el malestar existente por la «pésima» administración de la planta, de la que se encarga la citada UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Sufi y Verinsur. Esta misma semana, los trabajadores han mantenido una concentración frente a Aguas de Jerez para apoyar además a su comité de empresa tras la sanción impuesta a su presidente de 20 días de empleo y sueldo.

También han anunciado que a partir del próximo día 4 de noviembre mantendrán paros parciales de los empleados, para obligar a la empresa a cumplir con sus compromisos, así como buscar el apoyo del Ayuntamiento en sus demandas.

En cuanto a la limpieza de las calles de Jerez y recogida de basuras, el servicio lo presta la empresa Urbaser, concesionaria del Ayuntamiento de Jerez que también realiza labores de gestión de residuos urbanos.