DIFERENCIA. Un actor más conocido en teatro. / TVE
CARLOS HIPÓLITO ACTOR

«Si hago televisión es porque me están dando buenos papeles»

El angustiado padre de 'Desaparecida' será un meticuloso policía en la serie 'Guante blanco' que estrena hoy TVE l

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La televisión ha logrado interesar a Carlos Hipólito, un actor de prestigio en la escena española. Le habían tentado con alguna comedia, pero Hipólito no decidió saltar al medio hasta que cayó en su mano el papel del angustiado padre de Desaparecida. Uno de los autores de este drama, Ramón Campos, ha puesto en pie otra serie que ha convencido al veterano actor, Guante blanco, la historia de una persecución obsesiva que recuerda a la de El fugitivo y que estrena hoy TVE l.

-Ha pasado poco tiempo desde el final de Desparecida. Puede que el espectador todavía tenga reciente su imagen de padre desesperado.

-El inspector Valle también es un hombre muy íntegro, leal, honrado y buen padre de familia, aspectos comunes a Alfredo Marcos, pero su profesión de policía y su reciente viudedad le distinguen del anterior. Es un hombre herido, adusto, pero poco a poco los robos que hace Mario Pastor le van devolviendo a la vida y a la pasión por el trabajo, algo que había perdido.

-Su vida ha estado entregada al teatro ¿Por qué ahora tanta televisión?

-Siempre voy donde está el mejor personaje. Cuando representaba El misántropo con Adolfo Marsillach me ofrecieron un papel en Ay, señor, señor, el del cura joven que luego interpretó Javier Cámara. En ese momento me parecía más interesante hacer la obra de teatro, aunque ya sabía que me iba a hacer más famoso con la televisión. Pero es que a mí nunca me ha interesado la popularidad. Si hago ahora televisión es porque me dan buenos papeles. De hecho, me ofrecieron el personaje de Desaparecida, que era un regalo maravilloso. Y como el mismo productor me ofrece este otro proyecto que es un bombón, un personaje con muchas facetas, muy rico, me he tirado de cabeza. Además, estaba un poco saturado del teatro porque me he pasado la vida en un escenario.

Televisión y calidad

-¿Cree que se hace ahora mejor televisión?

-A mí me ha tocado este momento, pero eso no quiere decir que no se haya hecho televisión buenísima hace años, como Los gozos y las sombras o Fortunata y Jacinta. Que ahora haya más actores de teatro y de cine que hacen televisión se debe a que por fin se han roto las barreras que encasillaban a los actores por medios.

-Va de éxito en éxito, en teatro y en televisión.

-Tengo una suerte enorme, que influye mucho, aunque quiero pensar que también voy recogiendo el fruto del trabajo de tantos años. En la medida que puedo elegir procuro aceptar los trabajos en función de la calidad, que no siempre garantiza el éxito.

-¿Cómo es su relación con el otro personaje, el ladrón?

-En la serie no nos vemos nunca. No coincido con él en el rodaje, y sólo al final de la historia nos vamos a juntar y se explicarán ciertas incógnitas. Cada capítulo empieza quince años después de esa persecución, en un flashback, con un interrogatorio al policía sobre el ladrón sin que se sepa por qué. Me da mucha tranquilidad que José Luis García-Pérez esté al otro lado porque es buenísimo actor en el confío mucho.

-Un ladrón de guante blanco que no aparece como el malo de la historia sino que está muy humanizado.

-Nada es blanco o negro, hay grises, matices, y todos podemos ser perversos en determinada situación. La serie no sataniza, no te dice que este es el bueno y el otro el malo, y deja que cada cual juzgue. Pero no quiero que parezca que esta serie está ensalzando a los ladrones de guante blanco, que por muy elegantes que sean finalmente están robando. Éste de la serie roba piezas artísticas de millonarios y que estén aseguradas, y nunca utiliza la violencia, ni se verá sangre, ni demasiadas pistolas. Es una serie de ingenio.

-¿Usted consume televisión?

-Como todo el mundo, pero no demasiada. Veo más DVD de cine. Cada vez se hacen mejores series, pero no me esclavizo.