DIVISIÓN EN LA UE. Medvédev y Putin hablan en Gorki. / REUTERS
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La reunión del Eurogrupo adelantada por la crisis lastra la cumbre de la UE

Por primera vez en la historia de la Unión el encuentro acoge a países divididos en dos núcleos diferenciados

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Los veintisiete líderes de la Unión Europea se reúnen hoy en Bruselas, con motivo de su tradicional cumbre de otoño, pero la cita comunitaria ha perdido importancia tras la reunión del Eurogrupo, a nivel de jefes de Estado y de Gobierno celebrada el pasado domingo, en la que se tomaron decisiones trascendentales para reflotar el sistema financiero europeo.

Uno de los elementos indeseados que se abordarán es el concerniente a la Europa a dos velocidades, que protagonizarán unos u otros socios comunitarios en función de la posición que cada uno de ellos ocupa en los grupos de países que acometen proyectos según sus conveniencias o posibilidades. Con diferentes grados de eufemismo, suele decirse que la Europa a diferentes velocidades es un proyecto a la carta, adaptable a las necesidades de cada cual. Formalmente, no existe: en teoría, ha podido ser evitada siempre. Sin embargo, y en realidad, la cumbre de hoy y mañana, en Bruselas, va a ser la primera en la historia de la UE que va a consagrar la existencia de dos núcleos claros de países en la Europa comunitaria: unos, los que se reunieron el domingo en París; otros, los que no estaban allí, que no pudieron opinar y que ahora pagan las consecuencias de lo decidido.

No son pequeñas esas consecuencias. Todos los países adheridos a la UE en 2004, y los que le siguieron en 2007, están obligados a asumir el euro como moneda única. Para poder hacerlo tendrán que satisfacer los criterios de Maastricht sobre estabilidad monetaria, inflación, déficits públicos y tipos de interés en un entorno económico desbaratado por la intervención pública decidida por el Eurogrupo en los mercados financieros, y secundada después por los socios menos desarrollados de la UE.

Diferencias

Es difícil de creer que Hungría, o la República Checa, por no hablar de Polonia, encuentren alicientes en el comportamiento de las principales economías de la Eurozona para esforzarse por mantener una virtud presupuestaria que, nunca del todo respetada por países como Francia, va a verse desbaratada durante años por las inyecciones de liquidez en el sistema que tan alborozados tienen a los mercados bursátiles.

En este clima de tú decidiste y yo no se reúne hoy la cumbre europea. La agenda no facilita las cosas. Con el telón de fondo de una intervención económica pactada si no a espaldas, sí en otra sala, los nuevos socios europeos acuden a Bruselas conscientes de que se les va a pedir una reconsideración de posiciones sobre la reapertura de negociaciones con Rusia para la firma de un acuerdo comercial y de asociación estratégico. Sarkozy considera que la retirada certificada de las tropas rusas de los enclaves sensibles en Georgia permite la reapertura de las conversaciones. El bloque de países del Este, no lo cree así. Otro asunto mayor de la reunión, el reparto de los sacrificios requeridos para combatir el cambio climático de 2012 en adelante. Los socios más industrializados de la UE se han garantizado impunidad para sus grandes empresas contaminantes con la excusa de que tienen que competir en un entorno globalizado.