El director Oliver Stone, surante la presentación de la película 'W' que narra la trayectoria política y personal de George W. Bush./ Efe
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Hollywood vuelve a la campaña presidencial

El director, Oliver Stone, presenta 'W', una cinta que narra la carrera política de George W. Bush, en un momento crítico de la campaña republicana

MADRID/LOS ÁNGELES Actualizado: Guardar
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Hollywood también juega sus bazas en la carrera electoral, como lo demuestra el estreno, este viernes, del último film de Oliver Stone, W, una historia sobre el presidente de EEUU, George W. Bush, que llega a la cartelera en un momento crítico para la campaña republicana. El candidato de ese partido a la Casa Blanca, John McCain, se encuentra en los sondeos a una media de siete puntos por detrás de su rival demócrata, Barack Obama, a quien las encuestas sitúan como el favorito para hacerse cargo de los problemas económicos del país.

El clima de inseguridad y desconfianza que se vive en EEUU en las últimas semanas ha sido un caldo de cultivo ideal para que cineastas como Michael Moore (Bowling for Columbine) o David Zucker (Top Secret!) hayan desplegado toda su ironía en sus últimos trabajos, Slacker Uprising y An American Carol, respectivamente.

Moore, azote del presidente Bush, estrenó en septiembre en internet ese título, un documental que transcurre durante las semanas previas a los comicios presidenciales de EEUU en 2004, en el que volvía a criticar las políticas de Bush y animaba a los jóvenes a votar. En cambio Zucker, un republicano convertido desde los ataques terroristas del 11-S, hiló este mes una parodia del tipo de los documentales que suele fabricar Moore con el cómico Kevin Farley, quien imita a ese director y lidera una campaña para abolir las celebraciones del 4 de julio.

La clave: la imparcialidad

Sin embargo, la propuesta definitiva de Hollywood llega de la mano de uno de sus pesos pesados: el siempre polémico Oliver Stone, que ya se acercó a la figura de John Fitzgerald Kennedy en JFK (1991), y de Richard Nixon en 1995. "Espero que algún día (Bush) pueda ver la película porque creo que Josh (Brolin, quien da vida al presidente en la ficción) ofrece una gran actuación y porque Liz (Elizabeth Banks) está genial en el papel de su esposa, Laura", ha asegurado el realizador estadounidense en la presentación de la cinta.

El reparto lo completan James Cromwell (George Bush padre); Richard Dreyfuss como el vicepresidente Dick Cheney; Jeffrey Wright como el secretario de Estado Colin Powell; Toby Jones como el asesor Karl Rove; Thandie Newton como la actual secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y Ellen Burstyn como Barbara Bush, esposa y madre de presidentes. "Espero que algún día la disfrute y sea lo suficientemente sabio como para rendirse ante ella", ha espetado Stone.

Con un presupuesto de unos 30 millones de dólares, la cinta se dividirá en tres actos: la juventud desenfrenada de Bush, su acercamiento a las causas evangélicas y su primer mandato en el Despacho Oval. "El asunto es que la película, creo, trata de entenderle", manifestó Stone. "Lo bueno, lo feo y lo malo. Todo. Intentamos hacer de él un ser humano. Y he tratado de ser justo, equilibrado y compasivo", ha explicado Stone, dos veces ganador del Óscar al mejor director, por Platoon y Nacido el 4 de julio.

La imparcialidad era un asunto clave para el director. "No quería tomar parte ni mostrar mis consideraciones políticas en el filme, eso es algo que se queda en mi ámbito privado", ha explicado Stone, que ha admitido que la elaboración fue "complicada". Principalmente porque su protagonista, al contrario que ocurrió en JKF o Nixon, sigue presidiendo el país, y porque se desconocía qué decisiones podía adoptar el Gobierno de EEUU mientras concluía el rodaje de la cinta. "Podría haber, Dios no lo quiera, otro ataque terrorista en EEUU". "La política preventiva de Bush podría generar una guerra en Irán, o, tal vez, incluso en Venezuela. De la manera en que piensa, tenemos el derecho a ir a cualquiera parte del mundo; Cuba o tal vez Georgia. Esto nunca acaba".