El primer ministro canadiense y líder del Partido Conservador, Stephen Harper, saluda a sus simpatizantes durante un mitin en Calgary. /EFE
obtiene 144 escaños

El Gobierno conservador proclama su victoria en las elecciones canadienses

El primer ministro, Stephen Harper, asegura la permanencia en el poder de su equipo aunque no consigue la mayoría parlamentaria

CALGARUY (ALBERTA, CANADA) Actualizado: Guardar
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El primer ministro canadiense, Stephen Harper, se ha comprometido a trabajar con el resto de partidos políticos del país "para capear la crisis financiera mundial" poco después de confirmar su victoria en las elecciones generales celebradas el martes.

El Partido Conservador que lidera Harper ha conseguido mejorar los resultados de 2006, año en el que se ha adjudicado 124 escaños, al hacerse en esta ocasión con 143 de los 308 diputados que componen el Parlamento canadiense. Pero pese a la amplia victoria, los conservadores no ha logrado la mayoría absoluta, objetivo de Harper cuando en septiembre decidió disolver el Parlamento un año antes del fin de la legislatura y convocar elecciones anticipadas.

El Partido Conservador ha aumentado sus fuerzas parlamentarias, pero el porcentaje de voto popular obtenido, alrededor del 37,7%, es sólo ligeramente superior al 36,3% del 2006. "Esta noche los canadienses han votado para mover al país hacia adelante y con confianza en el futuro. Nuestro partido ha crecido y nuestro apoyo es más amplio", dijo anoche Harper ante sus seguidores en Calgari, ciudad por la que ha sido reelegido diputado.

"Aceptamos el mandato y apreciamos la confianza que nos han dado los canadienses. Nos han otorgado un mandato más fortalecido para sacar adelante el país. Los canadiense están preocupados y entiendo su preocupación. Trabajando juntos capearemos la tormenta", agregó.

El Partido Liberal, el gran perdedor

El gran perdedor de la noche fue el líder del Partido Liberal, Stéphane Dion. Su partido cosechó uno de los peores resultados de su historia al hacerse con sólo 77 diputados, 26 menos que en el 2006, lo que para muchos debería significar el adiós de Dion como líder de la oposición en los próximos días. Los liberales han pasado de tener un 30,2% de los votos a sólo un 26,2%.

Dion, que apareció ante sus seguidores en Montreal para dar a conocer su derrota, dijo que ahora su objetivo es concentrarse en la economía. "He hablado con Harper y le he ofrecido mi total cooperación en estos momentos económicos tan difíciles. El pueblo canadiense ha hablado y ha elegido otro gobierno conservador. Lo que tenemos que asegurar es que este Parlamento funcione y que la economía sea el asunto más importante en este momento" afirmó.

El líder opositor añadió que "trabajaremos para asegurar que los canadienses estén protegidos en medio de esta tormenta. Dada la composición del Parlamento esto será más importante que nunca". "Nuestro foco será la economía, proteger los ahorros, trabajos, pensiones de los canadienses y le pido a Harper que haga el mismo compromiso", apostilló.

Giro radical en las encuestas

El tercer partido en número de escaños será el Bloque Quebequés (BQ) que contará con 49 diputados, dos menos que en el 2006. Su líder, Gilles Duceppe, se congratuló de que haya sido este partido soberanista el que haya impedido el triunfo absoluto del Partido Conservador.

En el inicio de campaña, Harper y los conservadores encabezaban las encuestas de opinión en Québec, lo que les garantizaba la mayoría absoluta ansiada. Pero una serie de errores del primer ministro revirtieron los papeles en las dos últimas semanas previas a la votación.

Con los resultados en la mano, Duceppe dijo ante sus seguidores que "Québec nos ha dado la sexta mayoría consecutiva de voto. Tenemos cinco veces más diputados (en Québec) que el partido de Harper. Hemos conseguido nuestro objetivo". "Sin el Bloque, Stephen Harper habría obtenido la mayoría. Para los quebequeses es evidente que el Bloque es relevante" añadió Duceppe.

El tercer ganador de la noche fue la formación socialdemócrata NDP, que ha pasado de 29 a 37 escaños. Su líder, Jack Layton, recordó que "los canadienses han elegido un Parlamento minoritario. Ningún partido puede aplicar una agenda sin el acuerdo de los otros. Iremos al Parlamento a trabajar con los otros partidos". Los dos escaños restantes acabaron en manos de candidatos independientes mientras que el Partido Verde, que confiaba en conseguir en esta elecciones su primer diputado, terminó la noche en blanco.