DERRIBO. Las excavadoras iniciaron ayer por la mañana el derribo del complejo turístico. / J. M. A.
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La casa club de Montenmedio se convierte en escombros tras diez años de litigio

Varias excavadoras iniciaron ayer el derribo del edificio El campo de golf mantiene su actividad sin problemas

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Reducida a escombros. Así es como quedará la casa club de Montenmedio, en la Dehesa del mismo nombre en Vejer, después de que ayer comenzaran los trabajos de demolición del edificio. El proceso de desalojo del inmueble, que se ha venido realizando durante los últimos días, dio paso a la actuación de la maquinaria pesada.

Los operarios de la empresa Detecsa, contratada por el promotor del recinto, Antonio Blázquez, iniciaban su trabajo ayer con la orden expresa de causar el menor impacto posible en un entorno privilegiado y habitualmente muy tranquilo. Se cumple así la sentencia judicial que le obliga a demoler parte de las instalaciones, declaradas ilegales por el TSJA en 2002.

Sin embargo, la casa club, o mejor dicho, lo que queda de ella, se parece ya a cualquier cosa menos a un recinto de lujo. Mallas separadoras, vallas de obra, andamios, excavadoras y camiones que entran y salen de sus inmediaciones, le dan una imagen inusual ante la atenta mirada de los jugadores y clientes del campo.

En total serán derruídos casi 1.000 metros cuadrados de instalaciones en la Dehesa de Montenmedio; en unos días serán sólo un montón de escombros varios salones de la casa club, las tiendas existentes en su interior, o el comedor y las cocinas que daban servicio a los clientes y al personal del recinto.

Sin embargo, en pie quedará otra parte del inmueble, aproximadamente de 250 metros cuadrados de superficie en total, que se corresponde con los vestuarios, la piscina, una zona de bar y cafetería o las dependencias de la lavandería.

Años de recursos

Esta actuación de derribo de la casa club de Montenmedio era muy esperada por los colectivos ecologistas de la comarca de La Janda, desde que en 1996 el Ayuntamiento de Barbate autorizara su construcción; los sucesivos recursos y los farragosos trámites judiciales lo han demorado hasta ahora.

El 1 de septiembre de 2002 la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictaba el primer auto ordenando al Ayuntamiento de Vejer que ejecutase el derribo antes de dos meses.

Tras varios recursos desestimados por la justicia, el empresario de la firma Ibercompra, Antonio Blázquez, desistió el pasado mes de agosto de seguir adelante con los procesos judiciales, haciendo pública su intención de acatar la sentencia. Apenas unos meses más tarde, concretamente el pasado 1 de octubre, Blázquez daba la orden a una empresa especializada para iniciar un proceso de derribo que está llamado a ser histórico, por cuando acaba de un plumazo con uno de los símbolos de la edificación ilegal en la provincia de Cádiz más polémicos de las últimas décadas.

A partir de ahora los interrogantes que se abren son muchos; el empresario reitera que teme por la continuidad de los más de 150 puestos de trabajo (en temporada alta se llega a 200) que tienen la Dehesa de Montenmedio y el campo de golf.

Sin embargo, y según ha podido conocer este medio, el nivel de reservas y de jugadores aún no se ha resentido, y el campo de la zona, así como la hacienda anexa, mantienen una ocupación propia a esta época del año.

Ayer mismo los clientes salían al campo con total normalidad, a lo que ha contribuido sin duda la puesta en funcionamiento de una carpa provisional a modo de casa club, que la propiedad ha instalado para que todo siga funcionando, en un entorno privilegiado que tras esta actuación de derribo nunca volverá a ser el mismo.

ciudadanos@lavozdigital.es