El Gobierno eleva hasta 100.000 euros la garantía de los depósitos de los ahorradores

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha pasado a la acción para aliviar el impacto que la gravísima crisis financiera internacional ya tiene sobre la economía española. Las garantías de los depósitos bancarios se elevarán hasta los 100.000 euros por cliente y entidad -hasta ahora se limitaban a 20.000-, y se abrirá una línea de financiación de 30.000 millones de euros, ampliable hasta 50.000 millones, con cargo al Tesoro, de la que bancos y cajas podrán tomar dinero y prestarlo a su vez a las empresas y hogares, evitando así que la sequía de los mercados monetarios congele la actividad económica.

El acuerdo alcanzado en Luxemburgo entre los socios de la Unión Europea para elevar el mínimo garantizado de los depósitos a 50.000 euros dio alas al Ejecutivo español. La 'subasta' en la que se habían embarcado durante el pasado fin de semana países habitualmente rigurosos como Alemania, cuando anunciaron -sin más precisiones- compromisos de reintegro del 100% de los ahorros de los clientes bancarios, llevó al Gobierno a consultar con representantes de las principales entidades de crédito las medidas adecuadas para contrarrestar su efecto.

«El nuevo fondo de 30.000 millones de euros adquirirá de las entidades financieras con carácter voluntario y con criterios de mercado, activos españoles de máxima calidad para garantizar que la financiación llegue a empresas y ciudadanos», afirmó el presidente Zapatero en la presentación de la iniciativa. Aseguró que sólo asumirá activos de máxima calidad, a los que se reconocerá un precio ajustado al riesgo con lo que se cumplirán dos objetivos: minimizar el coste para las finanzas públicas y evitar una subvención a las entidades de crédito.

La creación del fondo «no es una iniciativa ni para rescatar, ni para sanear nuestro sistema financiero, es una iniciativa para prevenir riesgos, sostener la actividad productiva y el crédito», insistió el presidente del Gobierno. Aseguró que «la actuación del fondo es compatible con las normas del mercado europeo» y añadió que tendrá carácter temporal, «hasta que los mercados financieros vuelvan a la normalidad».

Zapatero hizo el anuncio oficial, y horas antes, en la Comisión de Presupuestos del Congreso, el gobernador del Banco de España. Miguel Ángel Fernández Ordóñez motivó las decisiones. Recordó que todos los ahorradores en entidades de crédito españolas han visto garantizado siempre «hasta el último duro» de sus depósitos cuando una entidad ha entrado en dificultades, incluso en épocas tan difíciles como la crisis de los ochenta, cuando medio centenar de bancos españoles quebraron. Pero, en los últimos días -comentó-, «hemos visto movimientos desordenados y confusos, junto a declaraciones políticas de dirigentes otros países europeos, que han obligado a dar este paso para evitar la competencia desleal». Se imponía, en otras palabras, evitar la fuga de clientes bancarios «y no por necesidad, porque nuestro sistema sigue siendo el mejor», apostilló.

Fernández Ordóñez avanzó posibles fórmulas para la dotación adicional del Fondo de Garantía de Depósitos. Las aportaciones adicionales de bancos y cajas se podrían hacer en periodos largos. Si el FGD tuviera que cubrir la crisis de una pequeña entidad dispondría de recursos suficientes, y en caso de fuerza mayor contaría con la posibilidad de endeudarse e ir obteniendo de las entidades, «en cómodos plazos», los fondos necesarios para los reintegros.

El gobernador del Banco de España explicó los motivos que han llevado a la apertura de una línea de financiación por parte del Tesoro. Comentó que el Banco Central Europeo tiene abierta con carácter permanente una ventanilla que proporciona abundante liquidez ... al plazo de un día y al precio del 5,25%, pero esos recursos no sirven para financiar la actividad económica porque las entidades no se prestan entre sí, y es frecuente el caso de que el tomador devuelva el dinero -sin haberlo utilizado- al día siguiente. Por descontado, a empresas y familias no les llega ni un euro, y algunos bancos y cajas sufrirán lo suyo para atender el calendario de amortizaciones, unos 23.000 millones de euros en lo que resta del ejercicio. No obstante, apuntó Fernández Ordóñez, resulta tranquilizador que el 60% de los vencimientos se vaya a producir a partir de 2013.

Como Zapatero en su comparecencia ante los medios, también el gobernador del Banco de España hizo en el Congreso un canto a la solvencia de las entidades bancarias españolas.