Carlos Ocaña, ayer. / ACERO. EFE
Economia

Los números rojos de las cuentas públicas ya se elevan al 1,3% del PIB

Hacienda asegura que parte de ese déficit responde a la inyección de liquidez del Ejecutivo a empresas

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Las cuentas públicas ya sufren con dureza el impacto de la crisis. Hasta agosto, el déficit del Estado se elevó a 14.638 millones de euros, una cifra equivalente al 1,31% del Producto Interior Bruto. Pero el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, asegura que buena parte de esos números rojos -concretamente 13.250 millones de euros, el 1% del PIB-, responden al esfuerzo del Ejecutivo por inyectar liquidez a empresas y familias, porque el Gobierno quiere incentivar el consumo y la inversión por la vía de rebaja de impuestos y del anticipo de las devoluciones. En comparación homogénea, la rebaja hubiera quedado limitada al 0,12% del Producto Interior Bruto, según sus cálculos. E incluso se atreve a postular que «el grueso del ajuste ya se ha producido», sin que sean de temer correcciones de gran calado en lo que resta del ejercicio.

En detalle, Ocaña atribuyó 3.750 millones de esa merma de ingresos a la reforma del Impuesto de Sociedades, 1.550 millones a la del IRPF, 1.000 millones a cambios en los pagos fraccionados (y otros 450 millones adicionales a los correspondientes a grandes empresas), 1.400 millones a la consolidación fiscal en el Impuesto sobre el Valor Añadido, 694 millones al pago del cheque bebé y 2.300 millones al descuento fiscal de la primera parte de los 400 euros. Un anticipo en las devoluciones del IVA y el IRPF supondría los 2.100 millones de euros restantes.

Lo cierto es que la recaudación tributaria se resiente, sobre todo, de la menor aportación de las empresas. Hay dudas, incluso, de que se estén aplicando correctamente los beneficios fiscales, y Ocaña admitió que se van a examinar «con lupa» las correspondientes declaraciones. El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas evoluciona mucho mejor: ni siquiera el reintegro de una parte de los 400 euros comprometidos ha puesto en riesgo un saldo final positivo.

Entre enero y agosto, la recaudación neta por los ingresos del Estado ascendió a 122.882 millones de euros, un 10,2% menos que en el mismo periodo de 2007. En los impuestos directos, el descenso fue del 11,3% : mientras la rebaja se limitó al 0,5% en el IRPF, se desplomaron las aportaciones de Sociedades el 29,6% debido a los cambios normativos, pero también a la desaceleración de los resultados empresariales.

La desaceleración económica es la principal justificación de la rebaja de la recaudación en los impuestos indirectos, claramente vinculada al hundimiento del consumo. La recaudación del IVA cayó el 15,8% por la contracción de la actividad en las pymes y por los cambios fiscales introducidos.