Caballero Bonald ultima un nuevo poemario. / LA VOZ
Cultura

Palabras para el otoño

Los escritores gaditanos afrontan un nuevo 'curso' literario plagado de interesantes proyectos

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Llega septiembre y, quien más quien menos, todos creemos tener cuentas pendientes con nuestro pasado que hay que saldar cuanto antes. En consecuencia, entramos en el bucle peligroso de la mala conciencia, los compromisos, los juramentos, las promesas -en voz baja los más prudentes porque saben de la fragilidad humana-, y a todos se nos ocurren excelentes proyectos en los que embarcarnos para el curso que ya ha empezado.

Si uno es escritor, probablemente sea éste el momento más oportuno del año también para encarar definitivamente esa novela a la que tantas vueltas se le han dado desde hace ya demasiados septiembres o para acometer con decisión esos versos sueltos que el autor ha ido anotando aquí y allá y para los que al fin cree haber encontrado este verano el tono adecuado. Sin embargo, a veces sucede como con aquellos escritores de la Transición que juraban tener una gran novela que nadie había leído porque la censura franquista no la habría tolerado, pero que ya verían cuando la rematara y la publicara. De aquellas obras maestras nunca más se supo, salvo en las barras de los bares y en la imaginación del seudo-escritor. Afortunadamente no todo es así y la mayoría de los personajes que pululan por el mundo de las letras gaditanas tiene, aparte de imaginación y buenas intenciones, algo ya escrito a lo que agarrarse, algo ya demostrado y proyectos reales, tangibles y publicables que esperan que el paso del tiempo les dé vida.

Lo más esperado

José Manuel Caballero Bonald trabajará en este nuevo curso literario que ahora comienza en uno de sus proyectos más ambiciosos: desde el pasado invierno recopila poemas inéditos y escribe otros nuevos para un poemario «extenso» que se presentará en la primavera de 2009 en una edición de lujo, ilustrada por Juan Martínez. Lo hace, como siempre, «eludiendo la prisa», ya que siempre ha defendido que «la poesía requiere de un estado de ánimo muy particular, que no se puede forzar ni falsear, y que tiene como resultado el poema: ese acto del lenguaje que luego hay que releer y revisar mucho».

En cualquier caso, como es norma en todo lo relativo al escritor jerezano, los plazos son una mera orientación, ya que «que cada palabra encaje en el sitio que debe» no «es una cuestión de tiempo, sino del momento». Entre Diario de Argónida y Manual de Infractores (sus dos últimos poemarios publicados) transcurrieron nada más y nada menos que ocho años.

Todo lo contrario le ocurre a Alejandro Luque, que después de un curso plagado de lanzamientos editoriales, en el que ha visto cómo se materializaban, en los estantes de las librerías, algunos trabajos a los que llevaba años consagrado, piensa volcarse en su faceta de letrista. «Estoy colaborando en el segundo disco de Juan Luis Pereda, en proceso de grabación, que se titulará Coordeandas y que anda ahora en estudio».

La esperada biografía de Javier Ruibal «tendrá que esperar», porque «va lenta, muy lenta, y todavía estoy en la fase de documentación y planteamiento». Por último, coordina un proyecto de diálogo entre fotografía y narrativa, que pretende «que un grupo de jóvenes escritores pongan textos para imágenes de Antonio Acedo, o quizá sea al revés».

José Ramón Ripoll, ya dedicado íntegramente «a estas cosas extrañas de la creación», reescribe el guión de Los desastres de la guerra para su próxima cita en el Maestranza de Sevilla, a la vez que ultima un poemario (Piedra rota) y «pule» una recopilación de sus ensayos sobre «las relaciones entre la música y las palabras», que verá la luz bajo el título de Cantar de agua.

Por su parte, Jesús Fernández Palacios afirma vivir con la «permanente disposición natural a que vengan más poemas», lo cual «no entiende ni de ciclos y de estaciones», bromea. Afronta este curso con la intención de «abordar un proyecto largamente postergado»: reunir en un volumen todos sus artículos y ensayos sobre literatura y pintura. Además, también pretende «dar forma» a otro trabajo recopilatorio, que presentaría «muchas de las entrevistas que he realizado a lo largo de mi vida a escritores de varias generaciones» en un libro con una fuerte vocación testimonial.

Mamá Diputación

Como lo de publicar en este país no siempre es fácil, muchos escritores de aquí se amparan en las diferentes colecciones que promueve la Diputación de Cádiz para hacer realidad sus proyectos. Así, la poeta gaditana Mercedes Escolano tiene a la vista el día 25 de este mes a las ocho y media de la tarde en la Fundación Rafael Alberti de El Puerto de la presentación de la colección Siete Mares, en la que se dan cita autores gaditanos nacidos entre 1985 y 1974 -Juan Bonilla, Juan José Téllez, la propia Escolano, Josefa Parra o Alejandro Luque, por citar solo a unos pocos-.

Otro libro que está a punto de salir bajo el paraguas de la Diputación gaditana es Gastronomía y Cocina del Cádiz de las Cortes de Manuel J. Ruiz Torres. El autor de Fara sorprenderá probablemente a los lectores que lo asocien al género narrativo con un ensayo que recrea la alimentación de principios del siglo XIX, aunque dentro de la producción literario-periodística de Ruiz Torres no es la cocina un asunto extraño pues cuenta en su haber con unos cien artículos de naturaleza gastronómica.

Finalmente, hay que señalar dos clásicos de las publicaciones de la institución: la revista Caleta, dirigida ahora en solitario por José Manuel García Gil, y Revistatlántica, cuyo número 32 se consagrará a la poesía colombiana y naturalista, como recuerdo a las relaciones que mantuvo Mutis con América. El nuevo número de Caleta estará dedicado a la literatura norteamericana. En él, los fieles de la revista encontrarán una suculenta, representativa y variada muestra de la literatura estadounidense: traducciones de poetas consagrados pero poco conocidos en España -Sharon Olds, Conrad Aiken, Robert Hass, Billy Collins, - junto a otros autores inéditos hasta el momento en nuestro país -Alan Michael Parker, Denise Duhame, Julia Kasdoff,..-, ensayos y traducciones sobre Don DeLillo, la generación beat, Carson McCullers o Tobias Wolff y valoraciones sobre la literatura estadounidense de escritores españoles como Jordi Doce, Alberto Santamaría, Rafael de Cózar o Ernesto Pérez Zúñiga.

Géneros Canónigos

José Manuel García Gil, además de echar a andar este nuevo número de Caleta, tiene pendiente un ensayo acerca de los viajes cubanos de tres autores gaditanos imprescindibles, Rafael Alberti, José Manuel Caballero Bonald y Fernando Quiñones. En este libro García Gil muestra la fascinación que desde casi la niñez sintieron estos escritores hacia Cuba y la relación que mantuvieron con la revolución castrista -entre el desencuentro político y la admiración-. También hay en el libro de García Gil un espacio para lo más privado, como las amistades que mantuvieron con los escritores cubanos que su tiempo les permitió conocer -Alberti y Guillén, Quiñones y Díaz Martínez, Caballero Bonald y los poetas cubanos del 50-. Felipe Benítez Reyes sacará en marzo de 2009 Oficios estelares (Editorial Destino), un volumen de relatos que reúne los ya publicados hasta la fecha, Un mundo peligroso y Maneras de perder, y un título inédito, Fragilidades y desórdenes.

También Juan José Téllez está trabajando en unos relatos que llevarán por título Profundo Sur. Pero no es este el único proyecto literario que está cocinando Téllez. Si con la mano derecha prepara unos cuentos, con la izquierda pone a calentar en el fuego de su creatividad un libro de poemas que muy probablemente llamará Las grandes superficies. Y, en lo poético, recién sacado del horno presentará Téllez en octubre y en Jerez Sonados, un libro escrito a cuatro manos con Tito Muñoz. Los poemas de este libro -haikus, sonetos, coplas «y otras impertinencias», según Téllez- fueron compuestos primero entre copa y copa en servilletas de papel y luego rematados a golpe de correo electrónico.

Otro autor gaditano, en este caso autora, que anda entre fogones y peroles poéticos es Mercedes Escolano, que se encuentra en pleno proceso creativo de Jardín Salvaje - «lentamente, sin prisas, disfrutándolo mucho», en palabras de la poeta profesora-. Y, como Téllez, también tiene libro a estrenar, La bañera de Ulises, publicado por la editorial jerezana EH, en el que la autora recoge poemas de tema marino publicados en libros anteriores más algunos inéditos. El polifacético escritor gaditano -ensayista, narrador, poeta, articulista y bloggero- José Manuel Benítez Ariza vive con entusiasmo el nacimiento de unos poemas que apuntan a un nuevo poemario, después de un largo silencio lírico desde Cuaderno de Zahara. Además está a punto de sacar novela, de la que muy pronto tendremos noticias.