Tablas en el Sancho Dávila. / V. L.
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El Puerto Real se deja un empate ante Los Barrios en la última jugada

Si un equipo tiene que empatar en su casa, la forma más cruel es la que ayer cosechó el Puerto Real en su encuentro ante Los Barrios. Fue en la última jugada, en el último suspiro. Solo quedó tiempo para sacar de centro y un voleón al campo contrario. Un infinitésimo de partido. Nada más.

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Corría el minuto tres del alargue de cuatro que había concedido el sevillano Pedroso Ramos. Quedaba tiempo para una jugada. Un fuera de juego de un jugador local tiene lugar casi en la línea media del campo barreño. El propio arquero Vilches se encarga de sacar la falta, en dirección al área portorrealeña. El balón termina cayendo sobre el salto del peligroso Iván Moreno. Logra controlar de espaldas al marco, darse la vuelta y disparar bajo las piernas de la nutrida defensa local. El balón se va a la cepa derecha del palo, toca en él y se mete en la portería. La grada acusó el golpe. De esos que son ideales para hacerle la puñeta -bien hecha, además- al más pintado, e irse al vestuario con cara de eso que usted se imagina. Y es que hasta el rabo todo es toro, que dice el refrán. El Puerto Real de Antonio Cama lo fió todo en la recta final a que no le marcaran. Estuvo a punto de conseguirlo.

Hasta ese momento, el Puerto Real había estado controlando el partido durante la primera mitad y buena parte de la segunda. Pero con muy escasos argumentos ofensivos y con un perfil más que conservador tras marcar su gol. De hecho, el tanto local llegó con uno de los recursos más antiguos: recurrir al coraje de su lateral Pato. A los 45 minutos, se va por velocidad y arrestos de su par, y centra. El despeje de Loriente se queda corto, a los pies de Winde, que no tiene problema en marcar. El Puerto Real le amargaba así el camino a los vestuarios del intermedio a los jugadores de Los Barrios. Justo una hora después, los barreños le devolvían la moneda a los locales. La bronca de la grada arreció y la mayoría fijó el foco en el entrenador Cama.