EL BESTIARIO GADITANO

Realismo de Obama

No causó demasiada sorpresa que la revista Newsweek publicase a primeros de los años noventa un chiste que decía que el Servicio Secreto de los Estados Unidos tenía una orden tajante en caso de atentado mortal contra el entonces presidente, George H. Bush: Matar al vicepresidente Quayle. Su incapacidad política era evidente. Entonces, ¿para qué sirven los vicepresidentes? La respuesta inmediata podría ser: para completar la candidatura a presidente y contribuir económicamente a la campaña. Además de presidir el Senado, la influencia del vicepresidente depende de su personalidad política y de su poder en todos los terrenos. Por ejemplo, en los mandatos de Bush hijo quien ha llevado realmente el mando, según expertos y analistas norteamericanos, ha sido el vicepresidente, Dick Cheeney, y su entorno neoconservador, con la empresa Halliburton a la cabeza.

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Ahora, Barack Obama ha tomado una decisión realista, que se le puede volver en contra, porque ha elegido al senador por Delaware, Joe Biden, presidente del comité de Asuntos Exteriores del Senado, muy crítico con el propio Obama, al que acusó hace unos meses de no estar preparado. Obama busca experiencia en el senador Biden en un momento en el que la inestabilidad internacional es preocupante.

Sin embargo, lo que más le preocupa al norteamericano que se inscribe para votar es su situación económica. Con miles de personas atrapadas por sus hipotecas y por las subidas de los precios de los alimentos y de la gasolina, cobra más importancia el estado de cada bolsillo que el de la política internacional. Por eso, puede ser muy productiva para Obama la polémica sobre las casas que tiene el republicano MaCain, que ni siquiera se acuerda. Las convenciones de los dos partidos van a marcar, en los próximos diez días, la salida de la carrera definitiva. No hay margen para el error. Obama ha preferido una opción conservadora y realista frente a su mensaje de cambio. Lo que pretende es revertir las encuestas que a partir de ahora son las que van a marcar la estrategia de cada candidato.