Uno de los linces que repoblarán la reserva de Doñana. / EFE
Sociedad

Dos linces de Sierra Morena reforzarán en septiembre la población de Doñana

La medida pretende aumentar la variabilidad genética del conjunto El traslado es una de las medidas de la Junta para la conservación de este felino

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La población de lince ibérico de Doñana se reforzará en septiembre con dos ejemplares que se trasladarán desde Sierra Morena, según ha anunciado Miguel Ángel Simón, director del programa LIFE de la Junta de Andalucía para la conservación de este felino, el más amenazado del planeta.

Este traslado es una de las medidas previstas en el programa LIFE para aumentar la variabilidad genética de la población de linces de Doñana, estancada en el medio centenar de ejemplares, cifra que explica que sufran una elevada consanguineidad que debilita su sistema inmunológico y aumenta su exposición a enfermedades infecciosas.

El reforzamiento de la población de linces de Doñana se aceleró a final del pasado año cuando fue necesario liberar en la zona de Coto del Rey, donde un brote de leucemia felina había acabado con todos los machos, a Baya, un joven ejemplar de Sierra Morena. Baya se apareó con tres de las hembras de esta población, estratégica para Doñana porque ocupa uno de los territorios más idóneos para el lince de este espacio protegido, y fue padre de ocho cachorros de tres camadas, de los que se estima que sobreviven tres ejemplares.

La suelta de una pareja de linces de Sierra Morena en Doñana se realizará el próximo septiembre y, al igual que ocurrió con Baya, se hará en un cercado dotado de alimentación suplementaria para facilitar su aclimatación. Este cercado se ubica cerca de la laguna de Santa Olalla, en pleno corazón de Doñana, alejada de amenazas como las carreteras y donde hace años se asentó una de las poblaciones más importantes de este felino. El cercado abarca ocho hectáreas y cuenta con un sistema de cámaras para el seguimiento en tiempo real de los felinos, así como dispositivos de descarga eléctrica para impedir que éstos escalen la valla metálica.

Aclimatación

Dentro de esta zona se han construido madrigueras para favorecer las poblaciones de conejos, alimento casi exclusivo del lince y, además, se han trasplantado árboles para ayudar a la aclimatación de la pareja de linces, en especial algunos acebuches centenarios en cuyos troncos huecos suelen parir las hembras de este felino.

Simón ha señalado que la previsión es liberar una pareja de linces para que su futura descendencia ayude a fijarlos en este territorio, aunque también se podría optar por soltar sólo a un macho si en esta zona se establece finalmente una hembra que merodea esporádicamente por estos parajes.

Al igual que ocurrió con Baya, los técnicos decidirán en qué momento abren las puertas del cercado para que los linces interactúen con otros ejemplares.

El traslado de linces también es crucial para mejorar el conocimiento sobre el comportamiento de este felino cuando es liberado en nuevos territorios, un aspecto decisivo para afrontar las futuras reintroducciones de este animal, previstas a partir de 2010 en dos comarcas de Andalucía, en Extremadura y en Portugal.