INICIO. El grupo de jóvenes, a su llegada a la playa. / V. LÓPEZ
CÁDIZ

Los gastos, a escote

Los grupos que celebran el evento aportan una media de diez euros por persona

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Para poder comer y beber durante toda la noche hay que rascarse el bolsillo. Hacer la barbacoa del Trofeo ha supuesto para el grupo de Francisco y Leo García Ibáñez, Daniel Macías Sánchez y Jesús Gómez Bea y otros 26 amigos unos 300 euros, que han invertido en establecimientos de la capital. La mitad del dinero recaudado tras realizar un escote entre los invitados, ha ido a parar a una importante cadena de supermercados que se ubica en los cuarteles de Varela. Con esta partida compraron todas las bebidas, así como algunos entremeses con los que abrir boca, como las patatas o los ganchitos. Tampoco faltó la compra de la barbacoa, ya que aunque todos los años acuden a esta celebración y todos los años compran una, nunca se la llevan de vuelta a casa y prefieren tirarla a la basura una vez que cumple su función. El resto de la recaudación la repartieron entre pequeños negocios. Gran parte fue a parar a una carnicería, donde se abastecieron de 17 kilos de carne, entre hamburguesas, pinchitos, chorizos, churrascos y filetes de cerdo, con los que además invitaron a algunos amigos que se pasaron para disfrutar de la fiesta. El resto del dinero lo utilizaron para comprar el hielo-15 bolsas- y el pan-20 barras- en varios establecimientos situados junto a la zona de la playa donde se congregaron.

Estos amigos aseguran que el dinero que destinan a la barbacoa sigue inamovible desde hace algunos años. Siempre acuden a los lugares más baratos para abastecerse, y por eso han conseguido congelar el escote en los diez euros a pesar de que los productos han subido en los últimos años. Además, estos jóvenes prefieren comprar el material necesario con varios días de antelación, para evitar tener que gastarse más dinero en caso de que se agoten las marcas más económicas. El cobro de todos los gastos también supone un largo proceso en esta celebración, ya que hay quienes se hacen los remolones y no pagan hasta última hora a quienes les han puesto su parte.