PACIENCIA. Pau Gasol tardó más de media hora en abandonar la terminal. / EFE
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El precio de la fama en un aeropuerto chino

Pau Gasol provoca un revuelo tras el aterrizaje de los campeones del mundo de baloncesto en Pekín

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Es lo que tiene ser el líder y la gran figura de la selección campeona del mundo. Pau Gasol provocó ayer un revuelo importante en el aeropuerto de Pekín tras el aterrizaje del equipo español en la capital china, procedente de Shanghái. Gasol, agasajado por medios de comunicación y aficionados, tardó más de media hora en llegar al autocar que debía desplazar a la selección a la Villa Olímpica. Fue aparecer España por la terminal del aeropuerto para enfilar el canal olímpico, y Pau se convirtió de inmediato en el principal objetivo de periodistas y seguidores chinos ávidos de fotos y autógrafos.

La NBA tira mucho por estas tierras, y aunque los aficionados chinos pueden presumir de un jugador de altura inalcanzable como es Yao Ming, la presencia de los gigantes españoles, con el ala-pívot de los Ángeles Lakers a la cabeza, provocó una pequeña revolución en suelo olímpico. «No esperaba un recibimiento así, de estrella. Para mí es muy importante que me admiren, pero también quiero el reconocimiento para España a nivel mundial», sentenció el mayor de los Gasol , mientras su hermano Marc se encargaba de gastar bromas ante los alterados aficionados pekineses, en cuyas manos no cabían más cámaras, teléfonos móviles, bolígrafos, papeles o posters para inmortalizar el momento con una fotografía o una firma.

Tuvieron que tener paciencia los deportistas españoles, aunque ya había «muchas ganas de llegar a la Villa Olímpica», como se encargó de recordar Juan Carlos Navarro, obsesionado con el cruce maldito de cuartos contra Estados Unidos en los Juegos de Atenas que relegó a España a la séptima plaza tras una primera fase impecable. «Ahí nos quedamos sin opciones de luchar por medallas y no queremos que se repita la historia», apuntó el escolta que ha regresado de nuevo el Barça.

Contratiempos

En estos Juegos Olímpicos la condición de España, con el mejor equipo de su historia, es muy distinta: campeona mundial y subcampeona de Europa. Y sin posibilidad de que los americanos se interpongan en el camino, dado que están en el mismo grupo, aunque no vayan a coincidir con ellos en la Villa Olímpica, ya que los estadounidenses del 'basket', como es habitual en ellos, prefieren alojarse en un hotel.

En la delegación española, incluso una superestrella como es Rafa Nadal, convertido ya en uno de los deportistas más mediáticos y conocidos en el planeta, residirá en la Villa, y para Gasol también es motivo de orgullo, «porque estar todos ahí es muy bueno para hacer piña». «Para hacer equipo», recalca el mejor jugador español de la historia, que se presenta en Pekín corto de preparación, y las circunstancias no parecen querer ayudar, ni a él, ni a sus compañeros, porque el equipo de Aíto no ha podido entrenar en Shanghai y una vez en Pekín ya vio trastocado sus planes, al cambiar el escenario previsto para la sesión preparatoria.

En lugar de un gimnasio, Aíto decidió llevar a cabo su primer entrenamiento en la sede de los Juegos en la Villa Olímpica, para que los jugadores, ya que llegaron tarde, tuviesen más descanso y todos sus integrantes estuviesen juntos después de una tarde bastante convulsa para parte de la expedición.

Y es que dado que España ha excedido el cupo de acreditaciones, la situación es tal que hoy en día Juan Orenga no podría sentarse en el banquillo como ayudante de Aíto GArcía Reneses, ni el preparador físico Nacho Coque, ni quien se encarga de estudiar a las selecciones rivales, Jenaro Díaz. Ninguno de ellos pudo entrar en la Villa Olímpica en el día de ayer al no disponer de la pertinente acreditación, lo que ha obligado a la Federación Española a negociar casi contrarreloj con la FIBA para solucionar la situación.

También se encontraban sin acreditación, aunque ya la estaban gestionando, el preparador físico 'Pepiño' Casal, y el segundo ayudante del seleccionador, Quim Costa. Demasiados contratiempos cuando se necesita tanta tranquilidad en el seno del equipo, aunque España aún disponga de bastante tiempo para debutar, ya que no lo hará hasta el domingo.