Inmigración y petróleo, en el almuerzo con Zapatero
Las relaciones bilaterales, la situación energética y la Directiva de Retorno aprobada en junio pasado por el Parlamento Europeo fueron los temas que monopolizaron el almuerzo de trabajo que sostuvieron Rodríguez Zapatero y Hugo Chávez. El presidente del Gobierno resaltó la necesidad de «poner en marcha un grupo de trabajo con los países de Iberoamérica para una adecuada explicación» de la nueva política común en materia de inmigración, y el líder sudamericano se mostró partidario de la iniciativa.
Actualizado: GuardarSin embargo, el jueves en Lisboa, con el espíritu incendiario que le caracteriza, Chávez había pedido a Europa que revise su política migratoria y aclaró que tomará cartas en el asunto en el caso de no ser escuchado. «Si no les gusta lo lamento mucho, pero no podemos aceptar que se meta en la cárcel a los inmigrantes. No podemos admitir esos nuevos 'Guantánamos'», declaró. No queda claro pues si el presidente venezolano seguirá la senda del diálogo o tomará medidas contra Europa. Entre las opciones que ha barajado está «cerrar el grifo del petróleo», pero eso supondría una contradicción con los objetivos de la gira que acaba de concluir, y en la que anunció, entre otros proyectos petrolíferos, acercamientos con Repsol sobre la Franja del Orinoco.
De momento, anunció la posibilidad de suscribir con España acuerdos similares a los alcanzados con Portugal, es decir, intercambiar petróleo por alimentos y tecnología. También resaltó la importancia de trabajar mancomunadamente para enfrentar la crisis alimentaria, la energética y la financiera.
