FUTURO. Rincón Malillo. / T. S.
Cultura

Mirando al futuro

La Colección Rivero afronta una nueva etapa con la adquisición de la bodega Rincón Malillo que se rehabilitará como espacio para ampliar la actual exposición pictórica

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Más de 6.000 personas han visitado en sus dos primeros años de vida la colección de arte que Joaquín Rivero expone en las Bodegas Tradición. La mayoría de ellas son de fuera. Quizás no muchos jerezanos sepan que en la pequeña y discreta plaza Cordobeses se encuentran obras de pintores tan importantes como Goya, Picasso, Velázquez, Zurbarán o Sorolla. Quizás tampoco sepan que la familia Rivero tiene planes de ampliar la muestra hasta las 300 obras que ya forman la colección.

Hace solamente unas semanas que Bodegas Tradición adquirió Rincón Malillo, unas instalaciones que pasaron a manos municipales hace años con la intención de convertirlas en un espacio cultural. Lo serán, pero de la mano de esta emprendedora familia jerezana. Esta vieja bodega linda pared con pared con la actual sala de exposiciones de la Colección Rivero y los responsables se encuentran actualmente elaborando el proyecto de restauración y adaptación de las instalaciones: «Quizás se destine la actual sala para las exposiciones temporales y en la parte nueva se coloque el grueso de la colección», explica el jefe de Promociones y Actividades Turísticas de Bodegas Tradición, Daniel Martínez. Así, las 55 obras de arte que ahora mismo se pueden visitar en pleno casco histórico de la ciudad pueden verse enriquecidas con otras muchas que aún no están a la vista pública, además de otros objetos de valor como 8.000 fotografías antiguas de los siglos XIX y XX.

Las cuatro naves de Rincón Malillo acogerán también una biblioteca de 500 volúmenes sobre pintura española y los numerosos ejemplares que la bodega posee sobre la historia del vino de Jerez. Habrá espacio igualmente para desarrollar talleres de grabado y de restauración. Con esta nueva adquisición, la Colección Rivero mostrará «más Goyas, más pintura antigua y más obras del siglo XIX español», afirma Martínez.

El proceso de rehabilitación de Rincón Malillo es complejo porque, de servir para albergar botas, pasará a conservar delicadas obras de arte: «El uso de las bodegas como espacios culturales es una muy buena alternativa -explicó el responsable de la Promoción Turística- aunque hay que cuidar mucho las condiciones, entre otras cosas, que esté siempre a 22 grados de temperatura con un 55% de humedad».

Aunque desde la bodega no se atreven a confirmar una fecha de inauguración para la ampliación de la pinacoteca, lo cierto es que la intención es que coincida con la celebración de la próxima edición del Salón de los Vinos Nobles en el año 2010.

«Es una visita equilibrada que mezcla el vino y la cultura española», resalta Martínez. La colección empezó a fraguarse en los años 80 como un hobby hasta llegar al nivel actual. Una de las nuevas incorporaciones es el San Francisco en oración, de El Greco, que apenas lleva dos meses expuesta en Jerez. Otra de las novedades es la Niña con cesto de uvas y peces -muy apropiado para exponer en una bodega- de Murillo.

Visitar la Colección Rivero -dirigida por Helena Rivero- no implica sólo recorrer el espacio destinado a la exposición pictórica sino conocer también la bodega y disfrutar de una cata de vinos de vejez calificada: Amontillado, Oloroso, Palo Cortado y Pedro Ximénez.

La joya de la corona

El lugar privilegiado de la sala jerezana lo ha merecido los dos famosísimos retratos de Francisco de Goya: Carlos IV y María Luisa de Parma. Sin duda, «es lo que más llama la atención de los visitantes. Son los favoritos», asegura Martínez.

Pero otros muchos no se quedan detrás y despiertan también la curiosidad del público. Es el caso, por ejemplo, de San Juan de Nepomuceno, del mismo Francisco de Goya, en el que, bajo la pintura que se percibe a simple vista, está apareciendo otra anterior. «Aprovechaban bien los lienzos y pintaban encima», explican desde la sala. Otra de las más atractivas, sobre todo, para los jerezanos es la que refleja el interior de la Iglesia de San Miguel, de Jenaro Pérez Villamil, cuya composición y pinceladas otorgan aún más grandiosidad al templo de la que ya posee por sí mismo. También son dignos de contemplar El almuerzo, de Velázquez (uno de los cuatro que hay en todo el mundo) o las tablas de los siglos XV y XVI de las escuelas aragonesa, leonesa y catalana. Con la incorporación de Rincón Malillo, la colección se podrá disfrutar casi en su totalidad puesto que las obras irán rotando. «Todos los cuadros están analizados por expertos», indica Martínez.

Más visitas y actividades

Hasta la fecha, la bodega sólo ha recibido visitas de índole turística pero a partir de este otoño «incentivaremos las visitas culturales para colectivos de Jerez y de Andalucía». Entre otras cosas, acometerán «la restauración in situ de Cristo Triunfante, de Jenaro Pérez Villamil» e invitarán a los estudiantes de la Escuela de Artes a presenciarlo.

Las Bodegas Tradición no sólo albergan obras de arte en la sala de exposiciones sino que todas las instalaciones están salpicadas de valiosas piezas que van desde la escena costumbrista de La riña, de Leonardo Alenza, hasta cuatro azulejos de temática taurina pintados por un jovencísimo Picasso de ocho años que se pueden contemplar en la sacristía.

vmontero@lavozdigital.es