LÍDER. El alemán Schumacher encabeza la prueba. / EFE
CICLISMO TOUR DE FRANCIA

Alejandro Valverde sufre una caída antes de llegar al macizo central

El murciano se golpeó el codo y la rodilla derecha en el kilómetro 85 de la etapa El inglés Mark Cavendish ganó el sprint a Freire en la etapa más larga

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Alejandro Valverde llegó a la meta con la parte derecha de su cuerpo ensangrentado. Óscar Freire se tuvo que conformar con el segundo puesto. El inglés Mark Cavendish conseguía su primer triunfo de etapa en el Tour. Los corredores franceses siguen atacando a la desesperada, pero con valentía, para buscar triunfos parciales. Han salido del atolondramiento en el que estaban sumidos desde hace mucho tiempo. El alemán Stefan Schumacher conservó su maillot amarillo y la etapa se decidió al sprint, para desgracia del campeón francés, Nicolás Vogondy, al que el gran grupo devoró a cien metros de la meta. El colombiano Mauricio Soler se volvió a caer, esta vez en el tramo neutralizado que había antes de darse la salida oficial, y poco después abandonó.

¿Pasan o no pasan cosas en el Tour? Raro es el día que en esta carrera no se agitan los vientos, favorables o no, en cualquier plano, el deportivo o el extradeportivo. La primera llegada en alto del Tour no va a recibir pletórico a Alejandro Valverde. Se cayó cuando se llevaban 85 kilómetros de etapa. «Me patiné con un reflejante de los que hay en la carretera, pero no tengo nada preocupante». Estuvo 150 kilómetros con la rodilla y el codo derechos ensangrentados.

«Me he llevado un susto grande. Me he golpeado el codo y la rodilla, pero pienso que estoy bien. Al menos no me molestan. Todo el equipo me ha apoyado para llegar a la meta. En la clavícula, que era lo que más me preocupaba, no tengo nada». El director del Caisse d' Epargne, Eusebio Unzue, se quedó más tranquilo cuando Valverde se le acercó a 50 kilómetros de la meta y le dijo que estaba bien: «No tiene nada de gravedad y por lo tanto no creo que haya problemas».

Valverde, que se cayó en Valkenburg, en 2006, y se tuvo que retirar en 2005, por problemas en una rodilla, no parece tener un idilio con el Tour. Lo de Valverde, aunque hoy tendrá secuelas, no parece que vaya a ir a más, aunque ya se sabe que es un ciclista es material muy frágil y esos golpes suelen mostrar su peor cara con el paso de los días.

El solitario Freire

Óscar Freire, que se tiene que buscar la vida en las llegadas como puede, y como casi siempre, en solitario, no pudo con Mark Cavendish. En la salida se quejaba de «no estar bien. No me veo a tope». Esas quejas suelen ser la señal de que su maquinaria está en plena ebullición. Le siguen quedando oportunidades de poder hacer frente a Cavendish.

Del triunfo del inglés dijo una frase muy aclaratoria: «Ha ganado el más fuerte. Si hubiese pegado el viento de cara habría sido mejor para mí. Han arrancado muy fuerte y muy lejos, -a 350 metros-, y a lo mejor no hubiesen llegado». El Tour vivió una de esas etapas llamadas de consumo, y más cuando tenemos la primera etapa de montaña, con final en Super Besse.

No parece, al menos aparentemente, que preocupen muchos esos once kilómetros de ascensión. Cundo termine la etapa, alguno si estará preocupado. Lo que no estamos teniendo es mucha originalidad en los planteamientos de carrera. Tácticamente la historia siempre es la misma: se escapan unos cuantos franceses y a todo el grupo le parece bien. Ayer les tocó a Lilian Jégou, Florent Brard y Nicolás Vogondy. Los equipos con sprinters hacen sus cálculos y comienzan a calentar motores. Su máxima diferencia se quedó en 8:15, en el kilómetro 52. Vogondy se resistió.