ACTOR. Una de sus incursiones en el cine. / L. V.
Cultura

Un mito eterno de la música y una constante en el universo cinéfilo

El legendario artista ha compuesto bandas sonoras, ha ejercido de actor y ha centrado varios documentales

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Un personaje atípico salido del lejano Oeste fue el primer papel como actor de Bob Dylan, quien desde principios de los 70 lleva coqueteando con el séptimo arte a través de un sinfín de papeles secundarios, varias bandas sonoras y unos cuantos documentales dirigidos a recuperar su figura, clave en la historia de la música contemporánea. Así, el rol de Alias, el personaje misterioso de Pat Garrett y Billy The Kid (1973) de Sam Peckinpah fue la toma de contacto del músico con el cine. Aparte de su presencia en la pantalla, la cinta atesora una banda sonora magistral elaborada por el cantauror, a la que pertenecen temas emblemáticos como Knockin´on Heaven´s Door.

No obstante, la relación de Dylan con el cine no se queda ahí, ya que unos años después el artista participó en filmes como Renaldo and Clara (1978) o El último vals (1978) de Martin Scorsese, una película-concierto que reunió a un gran elenco de artistas. Ya en los 80, fue uno de los protagonistas -junto a Rupert Everett- de Corazones de fuego, drama en el que una joven -Fiona Flanagan- decide convertirse en estrella del rock.

Un Oscar para Dylan

Su tema Things Have Changed, usada en la banda sonora de Jóvenes Prodigiosos, le valió al mítico artista el Oscar a la Mejor Canción en 2000, además de un Globo de Oro.

En cuanto a la faceta de actor, uno de sus roles más vistosos fue el de Jack Fate en Anónimos (2003), del realizador Larry Charles, donde compartía cartel con grandes estrellas como Jeff Bridges, Penélope Cruz, Jessica Lange, Val Kilmer o Christian Slater. Curiosamente, encarnaba a un viejo trovador que era liberado de la cárcel por su antiguo manager.

En el campo del documental, en 2005 participó en la biografía firmada por Scorsese No direction home, un viaje desde sus raíces hasta los cafés neoyorquinos en los que se fue gestando el gran mito, con entrevistas exclusivas, actuaciones inéditas y secuencias jamás vistas. No obstante, el documental que ha causado más expectación es I´m not there de Tod Haynes, la primera biografía autorizada del músico, donde Cate Blanchett interpreta al joven Dylan de los años 60.