La difícil convivencia entre sombrillas y arena

Este año se han tomado medidas para aumentar la vigilancia en las playas de Cádiz. El Ayuntamiento ha adquirido para este verano nuevos vehículos especiales del tipo side by side (todoterrenos) para la vigilancia de la playa por parte de la Policía Local. Estos 4x4, que comenzarán a utilizarse a partir del día 16, han costado 60.000 euros.

El número de efectivos diarios en las playas es de nueve aproximadamente, repartidos desde Santa María del Mar hasta la Laguna de la Gallega (Santibáñez), el mismo que en años anteriores, aunque ha aumentado la seguridad en medios materiales de primera clase. Además, este año se cuenta con una embarcación de Protección Civil que coopera en la vigilancia de la playa.

El cuerpo de policía cuenta con diferentes vehículos, desde quads adaptados para la playa hasta seg way (monopatines eléctricos) utilizados para velar por la seguridad en el paseo marítimo. Se convierte así la playa de Cádiz «en una de las mejores vigiladas de España», según explica el oficial responsable del grupo de servicio de playas de Cádiz.

Medidas de control

Esta sutiuación ha sido percibida por los veraneantes, que ya han notado los efectos de estas medidas. Así, Alfonso Valle, natural de Arcos pero que viene todos los veranos, comenta que ve pasar nuchos más quads y que ya ha visto a los policías multar y requisar varios balones.

No en vano, los agentes realizan un trabajo ininterrumpido de 11:00 a 21:00 horas. También por la noche se ha creado un servicio de vigilancia con quads para evitar actos vandálicos, el botellón o la práctica de barbacoas

Como continúa el oficial de playas «el problema fundamental del que la población necesita tomar conciencia es el de la limpieza». Esto obliga a los agentes a realizar multitud de avisos al cabo del día, que en muchas ocasiones acaban con multas.

Otro de los asuntos que más preocupa a la Policía Local es el consumo de estupefacientes y de alcohol en la playa, sobre todo entre los más jóvenes. En este último caso se aplica la ley antibotellón para sancionarlos. Los hurtos y robos se encuentran este año a un nivel bajo. Apenas se han cometido delitos de este tipo.

Se vigila también la práctica de deportes naúticos y de la pesca submarina, siguiendo la observancia de la ley de costas. En estas ocasiones denuncian infracciones de tipo medioambiental, como la pesca de especies protegidas. En estos casos se aplican sanciones muy considerables, además de incautarse los arpones empleados en la pesca submarina.

Respecto a la venta ambulante, todos las personas que venden actualmente en la arena están autorizadas. Este año sólo se ha detectado a un individuo sin permiso, al que se multó y se le incautó la mercancía. Hasta los aviones que sobrevuelan la playa muy bajo son motivo de denuncia.

Multitud de actividades son penalizadas, no sólo la más conocida de ellas: las multas por jugar con pelota. Éstas pueden alcanzar hasta los 90 euros. «Se trata de evitar que perjudiquen a los demás veraneantes. Están motivadas por el conflicto que originan», como explica el oficial encargado.

Infracciones

Multitud de usuarios de la playa destacan la cantidad de multas que han visto realizar por el juego con balones en la arena. A lo que la policía alega que hay lugares destinados a practicar deporte, como en la zona del cementario. Además, en la parte superior de la playa, cerca del paseo, se tolera el juego de balón, siempre que no se moleste a nadie.

Por otro lado, los deportes naúticos se pueden practicar siempre y cuando se efectúen a la entrada y salida de accesos balizados. Para el ejercicio de kitesurf y otros deportes de este tipo se ha destinado una zona ubicada entre la venta El Chato y la Laguna de la Gallega, en la playa de Cortadura. El control sanitario de todas las actividades que se desarrollan en la playa es uno de los aspectos al que la Policía Local dedica más tiempo. Para potenciar la limpieza y el cuidado de las playas, el Ayuntamiento ha instalado como novedad 15 islas ecológicas para fomentar la recogida selectiva en la misma playa.

En definitiva, una vigilancia exhaustiva en todos los aspectos concernientes al buen estado de las playas de Cádiz. Unas medidas de seguridad que, según la mayoría de los usuarios, son excesivas y demasiado «quisquillosas» con los hábitos de los veraneantes.