EUFORIA. Lukas Podolski y Bastien Schweinsteiger celebran el pase de Alemania a la final, que les enfrentará con España. / AFP
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División acorazada

La Alemania de Joachim Löw no asusta, pero impone; España se jugará el título ante una selección que ha ido superando rondas a golpe de riñón, comprometida con la ética del esfuerzo

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En la camiseta, justo por encima del escudo, tres estrellas doradas. Una detrás de otra, cerca del corazón, simbolizan los títulos mundiales que reposan en las vitrinas de Alemania. Al lado, tres Copas de Europa, la última conquistada en Inglaterra en 1996. A partir de ahí, el silencio. La división 'panzer' lleva doce años sin llevarse nada a la boca, demasiado tiempo para una selección acostumbrada a ganar. Ya lo dijo Gary Lineker: «El fútbol es un deporte donde juegan once contra once y siempre ganan los alemanes». En Austria y Suiza, los hombres de Löw han ido pasando rondas a golpe de riñón y se han metido en la final. Tan sólo ante Portugal desplegaron un juego poderoso, que enterró las aspiraciones lusas. Ya no están los Beckenbauer, Müller, Hoeness; los Briegel, Stielike, Magath; ni tampoco los Aughenthaler, Brehme, Matthaeus, Klinsmann... Son el patrimonio de un pasado esplendoroso, pero España se las tendrá que ver con el presente. No asusta, pero impone.

JENS LEHMANN

El portero fallón

Cada balón que sobrevuela el área alemana es un drama. A sus 38 años, Jens Lehmann falla más que los meteorólogos. El sucesor de Oliver Kahn ha hecho pifias de tal magnitud que el propio Frantz Beckenbauer le dio un paternal consejo en el transcurso de la presente Eurocopa: «Jubílate ya», aunque luego suavizó su discurso para no levantar polémica antes del choque contra España. Los dos goles encajados frente a Turquía son un ejemplo perfecto de la torpeza del guardameta teutón. Es inevitable que haga un par de regalos a lo largo de los 90 minutos, por alto o por bajo, circunstancia que debe aprovechar la 'roja'. Es uno de los eslabones más débiles de la coraza 'panzer'.

ARNE FRIEDRICH

Un defensa potente

La polivalencia de Philipp Lahm ha permitido a Arne Friedrich hacerse con la titularidad en el flanco derecho de la zaga teutona. El del Hertha es un defensor potente cuyo juego descansa en su gran capacidad atlética. Observa el mundo desde su 1,85 de altura y se asocia muy bien con Schweinsteiger, con el que comparte banda, una sociedad que funciona bien pero que no debería plantear demasiados problemas a Capdevilla.

PER MERTESACKER

Magnífico en el uno contra uno

Con apenas 14 años, Per Mertesacker tomó una decisión: quería dejar el fútbol. Creía que era malo, pero su padre le hizo cambiar de opinión y le vistió con la camiseta de la selección alemana. Desde niño tuvo que enfrentarse al prejuicio de su altura -mide 1,98- y escuchar una retahíla de tópicos que decían aquello de «ese grandullón tiene que ser lento, no se mueve y es torpe de movimientos». En el Mundial de Alemania se convirtió en el mejor central en el uno contra uno y ganó el 82% de las disputas de balón con los delanteros rivales. Ahora, en la Eurocopa, forma pareja con Metzelder en el eje de la zaga y apenas concede errores.

CHRISTOPH METZELDER

El comandante

El defensa del Real Madrid es un fijo en el esquema de Joachim Löw. Ha jugado los cinco partidos de la Eurocopa y, junto a Mertesacker, se encarga de blindar la zona central. Las 'torres gemelas' se complementan a las mil maravillas, siempre atentos a las coberturas, una pareja de garantías que mina los accesos a la portería de Lehmann. Con su 1,94 sube para rematar los córners, aunque todavía no se ha estrenado con la camiseta nacional.

PHILIPP LAHM

Un jugador prodigioso

A pesar de ser diestro, Lahm defiende el flanco izquierdo de la zaga alemana sin dificultades. Es uno de los laterales más completos que han pasado por el escaparate de la Eurocopa, un jugador que se repliega bien y nunca se cansa de doblar a Podolski para dar más profundidad al ataque germano. Ha hecho un total de 313 pases con una efectividad del 76%. Lo pasó mal en el partido contra Turquía -Sabri le rompió en el gol de empate -, pero en seguida respondió con una galopada para fusilar a Rustu y meter a los suyos en la final. Un futbolista total.

THOMAS HITZLSPERGER

'El martillo'

La prensa alemana ha bautizado a Hitzlsperger con el sobrenombre de 'Der Hammer' (el martillo) por la dureza de su disparo. Desde su debut en 2004, ha aportado una mayor versatilidad a la selección ya que puede actuar tanto en el centro del campo como en el interior izquierdo y, llegado el caso, en la demarcación de lateral. El medio del Stuttgart se encarga de iniciar el juego, bien escoltado por Rolfes, con el objetivo de poner el balón a los pies del capitán Ballack, la 'masa gris' de Alemania.

SIMON ROLFES

Escudero del centro del campo

Salió de titular en el partido contra Turquía debido a la lesión de Frings, que tuvo que jugar con una costilla rota después de que Rolfes se llevara un tremendo golpe en el rostro. Su principal misión consiste en dar cobertura al centro del campo, proteger a Ballack y facilitar las llegadas de Hitzlsperger, además de apoyar las construcciones ofensivas de su equipo.

MICHAEL BALLACK

La cabeza pensante

El 'general' alemán porta el bastón de mando en el terreno de juego. Se desenvuelve con elegancia en la sala de máquinas y cataliza el fútbol de su equipo, aunque su actuación en la Eurocopa tiene más sombras que luces. Se esperaba más de la 'masa gris' germana, pese a los dos goles anotados, que se ha abonado a la intermitencia. Tan pronto desaparece como se saca un lujo de la chistera. Pese a no estar en su mejor momento, el peligro que emana de sus botas es constante.

LUKAS PODOLSKI

Verticalidad y gol

Polaco de nacimiento y alemán de adopción, Lukas Podolski se ha convertido en una de las principales armas ofensivas de una Alemania que ha marcado diez goles en lo que va de campeonato, con una media de dos por partido. El delantero del Bayern lleva tres en su cuenta particular y amenaza el reinado de David Villa (4), lesionado, que no podrá estar en la final. Pero al margen de su acierto ante la portería rival, el extremo encara, desborda y pone centros precisos que buscan la testa de Klose y, en los primeros choques, de Mario Gómez. Sin duda, una amenaza cargada de pólvora a la que la defensa española deberá prestar mucha atención.

BASTIAN SCHWEINSTEIGER

Un jugador diferente

Es uno de esos jugadores que llaman la atención. Puede hacerlo bien, mal o regular, pero no deja indiferente a nadie. Como cuando le sacaron la roja ante Croacia por un simple empujón. No era para tanto, pero era Schweinsteiger el que empujaba. Löw sabe que tiene a un futbolista diferente y trata de exprimirlo al máximo. Es habilidoso y rápido, crea peligro en la banda derecha pero suele trazar diagonales para penetrar en el área a la caza de centros de Podolski o Lahm.

MIROSLAV KLOSE

El punta de la lanza

El delantero alemán empezó formando pareja con Mario Gómez, pero ahora se ha quedado solo en la punta de ataque. Ha marcado dos goles y ha ido de menos a más. Un peligro constante cuyo juego varía en función de su estado de ánimo.