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La guerra de las faldas acaba en la hoguera

Los Juanillos, que escenificaron los asuntos principales de la ciudad, ardieron ayer por toda la ciudad

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Cádiz dijo ayer adiós a sus males. Los problemas de la ciudad, en forma de Juanillos, se convirtieron en cenizas con el deseo de que éstas vuelvan a la vida encarnadas en buenas noticias. La fiesta de la crítica y la sátira, que a esta ciudad se le da de lujo, no se olvidó de nada y hasta los sucesos más recientes estuvieron representados en las figuras que ardieron por todos los puntos de la capital desde las seis de la tarde hasta la madrugada de la noche más corta del año.

Desde la guerra de las faldas de la clínica San Rafael hasta el monumento del pájaro-jaula tuvieron ayer su momento de gloria. Un protagonismo que servirá como antesala a lo que vendrá dentro de unos meses con el Carnaval, donde todos estos asuntos quedarán reflejados en las letras de los autores.

El punto de partida del concurso de Juanillos organizado por el Ayuntamiento de Cádiz tuvo lugar en la calle Antonio Ulloa, donde la Asociación de Vecinos de Los Corrales escenificó al Chiquilicuatre gaditano, que transformó el 'breikindans', el 'maiquel yason', ‘el cruzaíto’ y ‘el robocop’ por ‘la miembrecita’, ‘el bastinazo’, ‘el caichunguito’ y ‘pa quemarlo’. En fin, la guasa de Cádiz a ritmo de Eurovisión. Por eso, el Ayuntamiento tampoco quiso quedarse atrás y también recurrió a este popular personaje para sorprender a los más pequeños que se acercaron a La Caleta para ver esta pasarela de ingenio.

Más tarde fueron saliendo a la luz otras cosas malas y buenas que han ocurrido en la sociedad gaditana. La que suscitó más risas fue la que elaboró el centro de ancianos de la Barriada de la Paz, que fiel al tópico del viejo verde, representó a un enfermo de edad avanzada tocando la pierna de una joven enfermera y pidiendo a gritos la falda en lugar de los pantalones. Sin duda, Pascual no podía escapar de la quema en vísperas de la noche de San Juan.

El monumento del pájaro-jaula instalado recientemente frente al edificio de la Delegación de Hacienda recibió también la reprimenda de los vecinos de Los Porches, que le dedicaron alguna ironía al escultor y a la alcaldesa Teófila Martínez, que aparecía al lado como guardia jurado. «Prohibido darle de comer al pájaro», «mi niño lo hace mejor» o «te han lucido, titi» eran algunas de las pintadas que se podían leer sobre el propio Juanillo que ardería pasadas las ocho de la tarde ante la atenta mirada de sus vecinos. Este motivo también fue utilizado por Peinado y otra entidad para reflejar su sátira, aunque ellos también incluyeron dentro de la jaula a aquellas personas que han hecho algún mal. Entre ellas, no faltaron ni el presidente del Cádiz, Antonio Muñoz, ni Abraham Paz, que falló el penalty que pudo evitar el descenso del equipo amarillo a segunda B.

Otras asociaciones de vecinos fueron más reivindicativas y plasmaron sobre las figuras los problemas del barrio. Bajo el lema ‘Un barrio en apuros’, los vecinos reflejaron los edificios de la zona, que tenían en su parte superior una carabela con una antena de telefonía en su mano y un escrito donde rezaba «aunque se muera la gente, yo me lo llevo caliente». También se dejó constancia del problema del paso de camiones que tanto ha denunciado la asociación y un agente de la Policía con un cartel donde se podía leer «No se ve, dónde está, la Policía de Proximidad».

La celebración del Bicentenario de la Constitución en 2012, la boda de Belén Esteban, la disputa entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para la construcción de la futura Plaza de Sevilla, el Seisdedos con la grúa municipal, el problema de la integración y la gestión de Teófila Martínez al frente del equipo de Gobierno también salieron ardiendo ante la denuncia de las asociaciones de vecinos.

Mientras tanto, en la Plaza de Santa María del Mar se congregó un grupo de personas para celebrar su particular noche de San Juan. Los ciudadanos utilizaron la magia de esta noche para pedir, con velas en sus manos, el mantenimiento de este espacio público en detrimento de la colocación de un restaurante, tal y como está previsto.

La quema de Los Juanillos estuvo acompañada en todo momento por numerosos ciudadanos, que siguieron todo el itinerario establecido por los responsables municipales. La música también se encargó de amenizar la espera de los aficionados, que pudieron escuchar La Gaditana o la tradicional canción de Los Juanillos, interpretada por la agrupación Hermanos Cirineos.

La tirada de fuegos artificiales desde el Castillo San Sebastián puso fin a una fiesta llena de magia y que dan paso a la llegada del verano.

nagrafojo@lavozdigital.es