Muchos nervios y matrícula de honor

Teresa Masa está viviendo las semanas previas a la selectividad con muchos nervios. Siempre lleva los libros encima y no para de estudiar. Todas las mañanas acude a su instituto para repasar con los profesores las materias más complicadas y las tardes las dedica a estudiar en la biblioteca con el resto de sus amigos y compañeros. Cuando llega la noche está totalmente rendida. «No estudio de madrugada, prefiero descansar y comenzar con fuerzas el día», comenta. Ha estudiado Bachillerato de Ciencias e Ingeniería y quiere estudiar la carrera de Arquitectura. Para eso, tendrá que sacar una buena puntuación en las pruebas de selectividad. La nota de corte está fijada en un 7,1 y Teresa ha obtenido un 7,6 de media, por lo que sabe que no puede permitirse errores. «Tengo que ser positiva e ir tranquila porque es mucho lo que me juego». Sus profesores confían en ella.

Andrés Monges tiene menos preocupaciones. Obtuvo matrícula de honor en el Bachillerato de Ciencias e Ingeniería. A pesar de ello, continúa estudiando y repasando para evitar posibles sustos. «Sobre todo, repaso las asignaturas de letras que son las que menos me gustan», dice. Y es que este joven asegura que Platón le «rompe los esquemas». Prefiere la física, el dibujo técnico y todo lo que tenga que ver con las ciencias. «No me gusta memorizar fechas y autores, pero no hay más remedio», comenta un poco resignado. Con su nota de corte no tendrá problemas para entrar en la carrera de Informática Superior en Sevilla. La nota de corte está fijada en un 5, y e sobran otros 5 para entrar, pero prefiere no relajarse. Ha estado dudando durante un tiempo entre estudiar Física o Informática, pero finalmente se ha decantado por la segunda al considerar que tiene mayor salida profesional.