LLENO. La iglesia se encontraba a rebosar.
Ciudadanos

'Totum Revolutum'

La jerarquía de la Iglesia, el PSOE y el PP compartieron bancada durante el acto oficial de la firma de los acuerdos

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Los bancos del Oratorio estaban ayer repletos. Había más personas incluso que en aquellas liturgias de prota para pedir que el Oratorio no se desacralizara. Y al final, superados esos temores de parte de la feligresía, llegó la feliz ocasión. El momento era lo suficientemente trascendente como para concitar a los de uno y otro partido. A los representantes de la asociación de padres y madres del colegio San Felipe (que lograron que el presidente Chaves visitara después sus instalaciones); a las autoridades eclesiásticas; a la alcaldesa con alguno de sus concejales; a los miembros de esa comisión negociadora donde no siempre reinó la paz y la concordia; al rector del Oratorio, Manuel de la Puente y a prácticamente todos los medios de comunicación y no pocos curiosos.

Por allí se encontraba también José Carlos García Solano, uno de los artífices de este convenio, que ahora seguirá su andadura pero ya como mesa de trabajo. También el presidente y vicepresidente de la Diputación, Francisco González Cabaña y Federico Pérez Peralta, respectivamente. Y el socialista Luis Pizarro, que también ha seguido de cerca todas las conversaciones.

No hubo esta vez -a diferencia de la inauguración de la Casa Fragela, minutos antes- momento de tensión, aunque el obispo Ceballos, en su lista de agradecimientos esta vez hizo una referencia al Ayuntamiento. Y fue una referencia expresa. «Gracias a la Junta y al Consorcio, en el que también está el Ayuntamiento», señaló. La alusión no era gratuita y respondía a la reacción que tuvo la alcaldesa, Teófila Martínez, cuando en la Casa Fragela el prelado reiteró en varias ocasiones su agradecimiento al Ejecutivo socialista por haber participado en la financiación de la rehabilitación de la Casa de Viudas.

Las gracias de monseñor se hicieron además extensivas a Pizarro, el delegado de la Junta, José Antonio Gómez Periñán, Gaspar Zarrías y Chaves, así como a las dos comisiones.

El discurso del obispo terminó recordando el espíritu de los diputados doceañistas. «Permítanme que, como aquellos doceañistas hacían al iniciar los trabajos, yo invoque al espíritu de Dios para que inspire nuestra imaginación, sostenga nuestros trabajos en las dificultades y acompañe en la unidad a todos los que hoy queremos ofrecer a nuestro pueblo lo que somos y lo que tenemos con humildad, generosidad y espíritu de servicio».

Por buenos deseos de paz y concordia, que no quede.