« Santi Santamaría Me encanta ser un niño malo»

-Una tostada con tomate y jamón de pata negra. Además un yogur, una infusión o café y una fruta.

-¿Qué deja para la comida!

-(Risas), hay que empezar bien el día.

-Si le digo que mi plato preferido es el huevo frito con papas, qué me dice...

--Me parece muy bien. Que lo puedes tomar tantas veces como a tu cuerpo le siente bien.

-¿Cocina en casa?

-¿Siempre! Mi mujer no toca los pu-cheros, me ha delegado completamente esa labor. Aparte, mis amigos y mi familia están deseando siempre venir a casa.

-¿Tiene mala leche?

-No. He crecido con una educación muy austera. Soy hijo de familia humilde y me ha costado mucho llegar donde estoy. Sólo defiendo mi plaza y mis convicciones.

-Y en sus convicciones, ¿a qué le suena esos platos tipo 'emulsión de escalibada oxigenada con tortilla desestructurada' y demás inventos?

-Pues me suena a chiste.

-Ya estamos otra vez... ¿por qué?

-Porque también es divertido esto ¿no?, que la cocina nos haga reír tampoco está tan mal. Aunque creo que hay que tener cuidado con estas cosas porque con la cocina no se juega.

-Hace unos años, en el Carnaval de Cádiz salió una chirigota que iba de cocineros. Se llamaban los Juan Palómez y cantaban: yo te lo guiso tú te lo comes... ¿Usted es un Juan Palómez?

-(Risas) Tenían que ser muy divertidos. En la vida real es más común el Juan Palomo, ya me entiendes (guiña).

-¿Alguna vez le han pillado con las manos en la masa?

-¿Muchas! Soy goloso, travieso. Soy un niño muy malo y me encanta serlo. Es fácil que me pillen haciendo alguna travesura.

-¿La gula es un pecado o un negocio?

-La gula es una virtud. Es algo que se inventaron para jodernos. La comida como vicio me parece estupenda, como la música, la poesía, e incluso el erotismo. No es un pecado, hay pecados mucho peores.

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