DEPORTES

Problemas, por Manolo Camacho

No quiero hablar hoy en mi columna de que todo el problema no va a ser siempre de los entrenadores. Y no lo voy a hacer porque haya dejado de pensar eso. Todo lo contrario.

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Los acontecimientos sólo han servido para reafirmar mi teoría sobre que el problema son los jugadores de este equipo. La única razón por la que no lo haré es para no ponerme pesado y no ser repetitivo de cara a mis lectores. Pero no me negarán ustedes que cuatro entrenadores en una misma temporada es para plantearse mu-chas cosas sobre esta plantilla. Porque, una de dos, o no es tan bueno el plantel como se dice o son buenos futbolistas pero no están implicados (lo cual sería todavía peor).

Dicho esto, la columna de hoy la quiero dedicar al cuarto entrenador que ha llegado al vestuario cadista en la presente temporada, un bombero deportivo para el Cádiz. Julián Rubio toma el testigo de Raúl Procopio, que a su vez lo tomó de Antonio Calderón, quien había llegado tras la destitución de Mariano García Remón.

Ni que decir tiene que al nuevo técnico cadista le deseo la mayor suerte en su cometido, porque como siempre digo la suerte de él es la de todos los cadistas.

Y también le deseo suerte para enfrentarse a ese vestuario. De todas maneras, esta plantilla ha demostrado que tras los dos o tres primeros partidos con un nuevo entrenador el equipo más o menos responde. Eso es algo que ganamos nosotros y Julián Rubio, ya que tan sólo quedan tres encuentros.

Hay quien considera un embolado el aceptar entrenar un equipo a falta de tres encuentros y con la situación tan complicada como la tiene el Cádiz, aunque ayer Manolo Lapi en la tertulia de Punto Radio Cádiz no estaba de acuerdo con esa apreciación. Él mantiene que todo lo que consiga será bienvenido, si consigue la permanencia, perfecto. Si por el contrario no se consigue (sigo pensando que nos quedaremos en Segunda pese a estos jugadores) la situación era tan al límite que poco habría que achacarle al recién llegado entrenador.

De todas maneras soy de los que piensan que el domingo será pronto para ver la mano de Julián Rubio, salvo que el equipo cambie como de la noche al día en planteamientos y en algunos jugadores. Y punto.