Un cuerpo cubierto por los escombros de las casas destruidas por el terremoto. /REUTERS
más de 86.000 víctimas entre muertos y desaparecidos

Nuevos temblores amenazan a los supervivientes del terremoto en China

Una fuerte réplica de magnitud 6,4 deja al menos dos muertos y casi medio millar heridos en la provincia de Sichuan, trece días después del seísmo que sumió al país en la tragedia

PEKÍN Actualizado: Guardar
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Dos fallecidos y más de 480 heridos ha dejado la potente réplica de 6,4 grados de magnitud en la escala abierta de Richter que se ha registrado al norte del epicentro del terremoto del pasado 12 de mayo, según ha informado la agencia oficial Xinhua.

Cuarenta y uno de los heridos se encuentran en estado grave después de esta fuerte sacudida que ha afectado a la ciudad de Guangyuan, en el distrito de Qingchuan (provincia suroccidental china de Sichuan) en la tarde de hoy.

Se trata de la réplica de mayor magnitud desde que el terremoto de 8 grados, el más potente en tres décadas en China, devastara el suroeste del país hace 14 días, con un saldo de más de 86.000 muertos y desaparecidos hasta la fecha.

La réplica ha dañado gravemente 270.000 viviendas y, al igual que el primer temblor, se ha podido sentir en toda China, incluida la capital, Pekín, a casi 1.500 kilómetros del epicentro, donde los edificios más elevados temblaron ligeramente.

Dos muertos y medio millar de heridos

En el epicentro de la réplica, fronterizo con las provincias noroccidentales de Gansu y Shaanxi, 359 personas han resultado heridas, según los últimos informes de las autoridades locales, y nueve localidades han perdido las señales de telecomunicaciones.

En la ciudad de Longnan, en Gansu, las autoridades informaron de un muerto y 109 heridos, 15 de ellos en estado grave. La víctima mortal ha fallecido al producirse un alud de rocas en la montaña como consecuencia de la réplica. La localidad de Guangyuan, en Sichuan, donde se ha ubicado el seísmo, ha informado de otro muerto.

Al menos 71.300 viviendas se han desplomado como consecuencia de esta réplica y otras 200.000 han quedado dañadas, según el funcionario Wang Fei, de la oficina de ayuda en desastres de la ciudad de Guangyuan.

En la provincia de Shaanxi, otras 20 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en el distrito de Ningqiang, fronterizo con Qingchuan, donde una gran cantidad de viviendas se desplomó.

Pánico entre los supervivientes

Algunos sismólogos alertaron de la posibilidad de que se produjera una fuerte réplica al norte del epicentro del terremoto del 12 de mayo.

Al igual que entonces, algunos fenómenos naturales, como la súbita aparición de nubes y viento y el corte de las telecomunicaciones, dieron indicios precursores 40 minutos antes de producirse el nuevo seísmo, que duró un minuto.

La réplica ha ocasionado escenas de pánico en las zonas afectadas por el primer terremoto, donde 1.800 efectivos del Ejército chino se dirigen hacia los embalses agrietados por el primer temblor con 10 kilogramos de dinamita cada uno para volar los diques y evitar así las inundaciones que amenazan a localidades ya devastadas.

Estos efectivos se dirigen hacia un lago formado por el primer seísmo en Tangjiashan, al norte de Beichuan, donde se registró el primer epicentro y miles de vecinos se han quedado sin hogar, y esperan llegar a la zona antes de esta noche, con el objetivo de evitar una nueva catástrofe desatada por el inicio del monzón. Intentos anteriores por volar este lago formado por los aludes del terremoto del 12 de mayo fracasaron debido a las malas condiciones climáticas.

Problemas con el reparto de alimentos

Más de 30 lagos de estas características y otras 69 presas que quedaron agrietadas por el seísmo amenazan a los supervivientes de la tragedia, 5,5 millones de los cuales duermen al raso desde hace 14 días.

Casi 8.000 réplicas se han registrado en Sichuan tras el terremoto del 12 de mayo, que hasta ahora ha dejado 62.664 muertos identificados en el suroeste chino, de los que 62.161 perdieron la vida en Sichuan.

Los damnificados empiezan a pedir responsabilidades al corrupto sector chino de la construcción por el desplome de cientos de escuelas que han acabado con la vida de más de 8.000 niños, mientras que los alimentos no están llegando a zonas aisladas a pesar de la rápida y eficaz reacción del Gobierno chino.