El lehendakari, Juan José Ibarretxe (i), y la directora de Atención a las Víctimas de Terrorismo, Maixabel Lasa (2i), junto a seis víctimas que han recibido un galardón en un acto del Gobierno Vasco en honor de las víctimas del terrorismo. /EFE
el lehendakari preside el acto

Emocionado recuerdo a Piñuel en el homenaje vasco a las víctimas del terrorismo

"Vivimos y morimos para que el hijo de Juan Manuel Piñuel tenga un futuro en paz", recuerda en su intervención otro guardia civil herido en atentado en 1984

SAN SEBASTIÁN Actualizado: Guardar
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El Kursaal de San Sebastián ha acogido un homenaje a todas las víctimas del terrorismo. Organizado por el Gobierno vasco, y con la ausencia del PP y de Covite, el colectivo mayoritario de víctimas del País Vasco, el lehendakari se ha saltado el guión previsto y ha hecho una breve intervención para explicar que este acto es una forma de luchar "contra el olvido". El homenaje ha tenido un recuerdo especial para Juan Manuel Piñuel, asesinado por ETA el miércoles. Otro guardia civil herido en un atentado en 1984 ha explicado emocionado que "vivimos y morimos para que el hijo de Piñuel pueda tener un futuro en paz y libertad".

Hoy no se ha repetido la imagen de unidad de los partidos tras el asesinato del guardia civil Piñuel porque en esta ocasión tanto el PP como el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en País Vasco se han desmarcado de un acto que ha llegado marcado por la resolución aprobada en el Parlamento de Vitoria que acusa al Gobierno central de amparar las torturas. También por el ataque de ayer por parte de radicales al monolito del ex gobernador civil de Guipúzcoa, Juan María Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000. Su viuda, Maixabel Lasa, directora de la Atención a las Víctimas, se ha encargado de organizar la cita de hoy.

La voz de las víctimas en el Kursaal

El momento más emotivo del homenaje, durante el que se han interpretado varias piezas musicales, ha llegado con las intervenciones de cuatro afectados por el terrorismo, tanto de ETA como de los grupos de ultraderecha que actuaron contra la bada terrorista en los años 80.

El primero de ellos ha sido Leoncio Sainz, agente de la Guardia Civil herido en un atentado cometido en Galdácano el 14 de octubre de 1984. Ha ensalzado la figura de su compañero Piñuel y ha recalcado que, en la lucha contra el terrorismo, el Instituto Armado "está dando lo mejor que tiene, su sangre, por España, el País Vasco y la libertad".

"Alguien puede pensar que uno se hace guardia civil porque no tiene otro remedio. Es un error bastante común, pero nosotros no somos mártires por vocación, nosotros queremos vivir como ustedes y queremos que nuestra vida y nuestra muerte tenga un sentido", añadía.

El "enorme sacrificio" de los guardias civiles

A su entender, la muerte de Piñuel en Legutiano y el "enorme sacrificio" ofrecido "por tantos y tantos guardias civiles en esta tierra" tiene "una razón de ser para seguir, para aguantar, para soportar tanto dolor": la defensa de la libertad y de los derechos de los ciudadanos. Sáinz ha explicado que los miembros de la Guardia Civil viven y mueren por velar por la seguridad y la libertad de la sociedad, para que la democracia y el Estado de Derecho "venzan al terror y a la imposición", así como para que "nuestros hijos no tengan la desdicha de vivir estos tiempos de desconsuelo y amargura", para que el hijo de Piñuel "pueda disfrutar de un futuro de paz y libertad".

También ha tomado la palabra en representación de la sociedad civil el científico Pedro Miguel Echenique, que ha recordado que es una "prioridad" para los vascos "deslegitimar política y socialmente a ETA", que es "el mayor obstáculo para el desarrollo" de Euskadi.

Otro de los intervinientes ha sido el portavoz del Grupo de Apoyo a las Víctimas de Omagh, Michael Galagher, que ha hablado en representación de diferentes colectivos de afectados por el terrorismo de Irlanda del Norte, Francia e Italia.

Durante el homenaje, dos artistas han pintado un gran lienzo con una representación que en adelante será la imagen oficial de los actos e iniciativas organizados por la Dirección de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco.

Protagonismo de las víctimas, presencia institucional

También ha intervenido Maixabel Lasa, que ha alertado a la sociedad vasca del riesgo que conlleva la "resignación" ante el "negro y sombrío panorama" del terrorismo. Tras pedir un minuto de silencio en recuerdo de todas las víctimas y del último asesinado por ETA, la viuda de Jáuregui ha demandado a los vascos que no se conviertan en un pueblo "indolente" ni en una sociedad "avanzada" que se acostumbra a "convivir" con el "peligro" y la violencia "cuando no le toca de cerca".

En presencia del lehendakari ha advertido de que "vincular la consecución de la paz a la conquista de un nuevo estatus político es pervertir las reglas del juego democrático". Además ha insistido en que la "prioridad política" en Euskadi es la "recuperación de la libertad individual" de todos sus miembros para que puedan ser "actores políticos con todas las garantías".

Aunque no estaba previsto también ha tomado la palabra el lehendakari. Juan José Ibarretxe ha explicado en una breve intervención de menos de tres minutos que los asistentes han participado en este acto para "luchar contra el olvido", porque "la convivencia no es amnesia sobre el pasado, sino lectura crítica del mismo".

El presidente autonómico ha sido quien ha hecho entrega a siete representantes de las víctimas de sendas piezas de cristal con una frase conmemorativa escrita.

Además de la presencia de Ibarretxe, el acto ha contado con la asistencia de las principales autoridades institucionales del País Vasco como la presidenta del Parlamento autonómico, Izaskun Bilbao, el diputado general de Guipúzcoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas Generales de esta provincia, Rafaela Romero, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza.

Entre los dirigentes políticos se encontraban el secretario general del PSE/EE, Patxi López, el presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, el dirigente de EA Rafa Larreina, y el de EB, Javier Madrazo, además de la representante de Aralar Aintzane Ezenarro.

Ausencia del colectivo mayoritario de afectados y del PP

Esta segunda edición del acto instituciona,l al que han asistido medio millar de afectados directos por el terrorismo, había contado en principio con el apoyo de todos los grupos políticos, pero el PP se ha desmarcado tras conocer la negativa del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco, Covite, a acudir al evento. Alegan que el Ejecutivo del lehendakari "sigue dando cobertura política y social al mundo de ETA".

En un comunicado, Covite ha explicado que no participará porque, aunque parecía que la Dirección de Víctimas del Gobierno vasco "se hacía eco del intento sincero por parte de este Ejecutivo de empezar a enmendar un camino lleno de actuaciones, declaraciones y propuestas más cercanas al contentamiento del mundo de apoyo a la violencia terrorista que de las víctimas", en realidad "tristemente lejos de trabajar por la deslegitimación social y política de ETA y su entorno sigue dando cobertura política y social al mundo de ETA".