Duelo en Chapín: Pichichi 1-0 Zamora

De siempre es conocida la dualidad en la vida entre el bien y el mal. Cada vez que aparece un héroe, a su lado resurge el anti héroe, aquel que dirime las ventajas del protagonista y surge como antagonista. El blanco y el negro, el bien y el mal, el héroe y el villano y, en el fútbol, el que convierte su tiro en gol y el que lo detiene.

Ayer se pudo vivir un duelo muy especial sobre el césped de Chapín. En el verde, Yordi, máximo artillero de la categoría y uno de los futbolistas más en forma del Xerez. En su contra, Carlos Sánchez, Zamora de Segunda División y artífice en parte de la buena racha del conjunto de La Plana.

Para comenzar, muy pronto la grada azulina puedo comprobar el por qué de los registros del guardameta madrileño. Pese a las bajas en defensa, el Castellón es un conjunto que Pepe Murcia ha convertido en sólido, seguro y muy contundente en la zaga. Esa contundencia la sufrió durante más de 80 minutos el delantero isleño del Xerez.

Tanto Aurelio como Dealbert ejercían un marcaje en zona muy duro, algo que imposibilitó que Yordi fuera el de antaño. Ningún remate en la primera parte dice mucho de un equipo, el Castellón, cuyo portero apenas tuvo que despejar un lanzamiento casi imposible de Viqueira y ver cómo el balón de Pedro Ríos pegaba en el palo.

Tras el descanso el guión apenas varió. Sánchez pasaba pocos apuros, mientras que Yordi contemplaba como los minutos pasaban y las bandas azulinas perdían el poco fuelle que quedaba.

Sin embargo surgió la primera aparición peligrosa del Pichichi. Con el marcador adverso, un centro de Aythami lo controla en el área chica Yordi y Antoñito aprovecha para hacer el empate. Aportación escasa, pero importante, de un jugador que salió ganando con Míchel como pareja de ataque. Sí que es cierto que el protagonismo de los goles ayer fue para Antoñito, que robaba el papel de goleador al de San Fernando, aunque tras el descuento el luminoso aclaraba que el duelo lo ganó el héroe.

bfernandez@lavozdigital.es