PEREGRINOS. Los hermanos de Cádiz, ayer en Almonte. / R. RÍOS
EN LA ALDEA

Cádiz rinde honores ante la Blanca Paloma acompañada por más de 500 romeros

Las 106 filiales de la Hermandad Matriz de Almonte se presentan ante la Virgen La jornada se caracterizó por la alegría ante la inminente salida de la Señora

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Las persianas de las casas de hermandades y de las casas privadas comenzaron a levantarse desde muy temprano. La Aldea vivía un día especial. Las 106 hermandades filiales de la Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte se presentaban ante la Virgen del Rocío, ya preparada en su paso para su salida en la madrugada del lunes.

Y mientras se preparaban para la salida, en las calles de este pequeño pueblo de Huelva los camiones vendiendo pan, leche o huevos no dejaban de transitar anunciando sus productos con sus megáfonos.

La primera en presentarse ante la Virgen fue Almonte. Después el resto. Y desde unos altavoces instalados por todo el pueblo se anunciaba qué hermandad se había acercado a ver a la Virgen, siempre con la misma frase: «Viva la Virgen del Rocío, viva la Blanca Paloma, viva la patrona de Almonte, viva la hermandad presentada y que viva la Madre de Dios».

La entrada de la Hermandad de Jerez fue emocionante. Desde sus casas, los romeros jerezanos gritaban olés ante la llegada del simpecado y rápido se unían al paso de la carreta.Después lo hizo la hermandad de El Puerto, ilusionada ante la celebración de su cincuenta aniversario de su refundación el próximo Rocío. Los romeros, muy numerosos, secaron sus gargantas cantándole sevillanas a la Virgen. Muy numerosa fue también la presentación de las hermandades de Huelva y Triana, que incluso tuvieron que rogarle que abandonarán la puerta de la ermita para dejar paso al resto.

Por la tarde se presentó la Hermandad de La Línea, que salió de su casa de hermandad cerca de la seis de la tarde, acumulando un importante retraso debido a la lluvia intermitente que había caído sobre la aldea durante toda la jornada. Y es que la meteorología obligó a muchas hermandades a esperar en sus casas de hermandad hasta que cesase la lluvia. Después la hermandad de Puerto Real, pasadas las seis de la tarde.

Y Cádiz, que salió de su casa de hermandad a las 18.45 horas acompañada por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. Los rocieros gaditanos estaban citados en su sede a las cinco de la tarde. Las mujeres, vestidas de flamenca. Los hombres, la mayoría, de corto. Y todos esperando en el patio de la casa de hermandad a la salida del simpecado. Minutos antes de las seis llegaba la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, vestida de flamenca, acompañada por la teniente de alcalde Mercedes Colombo y el parlamentario provincial por el Partido Popular y antiguo teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento, José Loaiza, vestido de corto.

A las 18.30 el alcalde de carreta, Javier Gutiérrez de Gandarilla, guiaba la maniobra de salida de la carreta del simpecado desde la capilla hasta la calle El cohetero. En ese momento los romeros de Cádiz se colocaron junto a la carreta, más de quinientas personas. A las 18.50 iniciaron el camino hacia la ermita acompañado por cantes de sevillanas a la Virgen. El paso se hizo lento debido a la aglomeración de carretas, caballistas y personas que se encontraban en la aldea. Casi una hora después llegaba Cádiz ante la Blanca Paloma. Los aplausos se fundieron con el sonido del himno de España cuando el simpecado se puso ante Ella y, a continuación, los rocieros comenzaron a gritar ¿Cádiz, Cádiz, Cádiz!