El mismo pedrusco

l hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra; el Cádiz, el único club que es capaz de chocar con el mismo pedrusco cuantas veces haga falta y ni se inmuta. Si algo bueno debería tener que los amarillos se hayan presentado en primavera sin los deberes hechos, es que hay más tiempo para ir cimentando un proyecto solvente de cara a la próxima temporada. Pero aquí no escarmentamos y como todavía persiste la duda de si Raúl Procopio es el hombre elegido -y todo porque el árbitro montó un buen pollo en el partido ante el Sporting-, el consejo de administración parece dispuesto a seguir exprimiendo el experimento. ¿Y si resulta que el amigo de Barla gana más partidos...?; pues nada, unos millones de euros que se ahorran en la partida destinada a contratar otro técnico. De paso, se encara la campaña 08/09 desde la humildad y con el objetivo de quedar lo más alto posible, pero sin nombrar el maldito ascenso, que aquí ya estamos escarmentados de ver como el tiro acaba saliendo por la culata. La opción de fichar ahora al hombre que controle al primer equipo este verano e intentar acabar con lo puesto la presente, pero sin echar a los canteranos a los leones, que para eso ahí están los que más cobran y menos corren, no convence a nadie con voz de mando en el club cadista. Qué pena tanto empecinamiento en comenzar la casa por el tejado. Cuestiones como el aspecto de la futura tribuna, un centenario al que le amañan la fecha (sin que nadie proteste) y unos inocentes chavales en las gradas de Carranza continúan acaparando más tiempo, esfuerzo y titulares que una operación tan sencilla como es contratar a un profesional que se ponga a trabajar ya en un equipo que no puede permitirse el lujo de seguir dependiendo más tiempo de la improvisación. Y es que en el fútbol, salvo cuando se trata de apostar por la cantera, lo barato acaba resultando a la postre más caro.