Rijkaard esconde sus cartas

Cerrados a cal y canto. En la más estricta intimidad preparó el Barcelona el partido de este miércoles ante el Manchester United. Una medida poco habitual en los planteamientos de un Frank Rijkaard que pretende aislar a sus jugadores de la presión que rodea al equipo.

El técnico holandés planificó ayer lunes una sesión a puerta cerrada durante la que trasladó a sus jugadores aspectos tácticos del United.

Una información sacada del minucioso seguimiento que el cuerpo técnico azulgrana ha realizado del conjunto inglés tras visionar las cintas de sus últimos cinco partidos en la Premier League y todos los de la Liga de Campeones.

La sesión preparatoria mantuvo las dudas que se ciernen sobre la alineación titular del Barça. La ausencia de Henry, que continúa con fiebre, y la situación de Deco centran las principales incógnitas del equipo.

El centrocampista brasileño nacionalizado portugués se quedó en blanco el pasado sábado, justo el día que volvía a una convocatoria.

Su suplencia encendió las alarmas sobre su participación como titular ante el United. «Me hubiese gustado jugar y estaba disponible, pero las decisiones son del entrenador», aseguró el jugador después del entrenamiento matutino.

Deco, que todavía mantiene alguna opción de ser titular, admitió el favoritismo del United. «Está mejor pero nos da igual. La presión no cambia nada», afirmó con rotundidad.

El jugador azulgrana evitó adentrarse en algunos terrenos pantanosos que giran alrededor de la actualidad barcelonista. «Ha expresado un sentimiento, es lo que él piensa. Pero ahora sólo podemos centrarnos en el partido de mañana», dijo cuando se le preguntó por las declaraciones de Eto'o en las que el camerunés alertaba sobre su posible marcha si la próxima temporada no se conquista algún título.

Deco también aprovechó para lanzar un mensaje de apoyo a Ronaldinho. «Él ha hecho historia y merece un respeto. Sigue siendo un compañero muy querido por todos», dijo sobre el brasileño.