La antorcha de la discordia

No conozco China, tampoco los EE UU, ni siquiera Portugal, tan solo se lo que cuentan, de China, casi todo malo, de EE UU y Occidente, casi todo bueno. Tampoco se mucho que digamos de cómo funcionan los derechos humanos, pues cada vez hay mas ONG debido precisamente a las demandas. No voy a entrar en valoraciones universales, pero en eso de los derechos humanos algunos tendrían que morderse la lengua cuando lo pronuncian.

Creo que en el fondo lo que mas se teme es el éxito que pudiera tener China , ya, no solo a nivel de potencia olímpica sino también a nivel organizativo, no olvidemos que China parte como la segunda potencia olímpica y su potencial económico es una realidad.

Como aficionado abogo por unos JJ OO pacíficos políticamente y deportivamente, pues si politizamos los JJ OO corremos el riego de eliminarlo o al menos, desvirtuar el mayor acontecimiento deportivo y pacifista, ya que el principal cometido de estos juegos es la paz entre naciones y pueblos. Aquí los enfrentamientos son pacíficos sin yelmo ni glebas y las jabalinas se utilizan en su principal cometido para batir récord de distancia.

Esperemos que la llama olímpica siga su camino libremente; surca los verdes valles y montañas, atraviese el caudaloso ponto y vuele fugazmente hasta posarse en su pedestal

Ancestral, en el recuerdo de lo que representa: el amor a la gimnasia.

Manuel Jesús Redruello. Cádiz