POLÉMICA. 'El Coloso' ha sido retirado de la muestra. / LA VOZ
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El Coloso, en duda

El Museo del Prado retira el cuadro de la muestra 'Goya en tiempos de guerra' porque aún existen dudas sobre su autoría

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El Coloso, ese gigante comúnmente aceptado como la premonición goyesca de la Guerra de Independencia, ha sido obviado de la muestra Goya en tiempos de Guerra, comisariada por Manuela Mena, que hoy se presenta en el Museo del Prado y que describe magníficamente, según los expertos consultados, una etapa en la producción del pintor, entre 1794 y 1819. La obra ya arrastraba cierta polémica desde su exclusión de El capricho y la invención, exposición de 1997 también comisariada por la entonces subdirectora del Prado.

De nada servirá la actitud desafiante de la imagen colosal, de la que huyen despavoridos los pobladores de la pesadilla, ni el hecho de aparecer hasta en dos inventarios de obras del pintor, el de 1812 y 1874. En palabras del director de nuestro primer museo, «durante los últimos años ha avanzado mucho el conocimiento de la obra de Goya y las dudas sobre la atribución de El Coloso son ampliamente aceptadas por el personal científico del museo».

Ante la pregunta de cuándo se producirá su descatalogación y con qué argumentos, Zugaza se remite a la publicación, «en muy pocos meses, de un estudio que hoy se está ultimando y que daremos a conocer primero a la comunidad científica, a la que respetamos por encima de todo, a través del Boletín del Museo del Prado.»

Ideas bajo la exposición

Aún así, no son pocos quienes piensan que la idea que subyace a la muestra conmemorativa del bicentenario del Dos de Mayo es más consagrar una visión de las obras indudables del pintor en la época que abarca la exposición que el trasunto de la guerra. De hecho, no falta quien opina, dentro y fuera del Prado, que los problemas de atribución deberían haberse aireado en otro tipo de exhibición. Pero lo cierto es que, entre los textos del catálogo, figuran varios que nada tienen que ver con la Guerra ni la temática que se aborda.

Tal es el caso de Aprende a ver. Hacia un mejor entendimiento del inventario de 1812 de Juliet Wilson-Bareau, que se centra en los problemas de atribución de algunas obras pero evita, paradójicamente, siquiera citar El Coloso. Lo mismo ocurre con el de José Luis Díez, centrado en pintores no expuestos de la corte de Fernando VII. Y sobre todo el de José Manuel de la Mano, que pone en valor a ciertos pintores de la época, tampoco expuestos, muy presentes en colecciones particulares.