MARIÁN CAMINO RELACIONES PÚBLICAS Y EMPRESARIA

«La gente cree que no vivo en el mundo real»

«Después de verano iré a por mi tercer hijo. Me hace mucha ilusión» anuncia la hermana del torero Rafi Camino que dice estar viviendo «un gran momento»

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Aunque nunca ha entrado en el juego de las exclusivas, Marián Camino, hija del diestro Paco Camino, hermana del torero Rafi Camino, y en su día novia del matador Finito de Córdoba, está acostumbrada a la fama desde niña. Pero ella insiste en que su vida es de lo más normal. Casada con el empresario Jorge Bazaco, Marián reparte su tiempo, como tantas mujeres, entre el trabajo diario fuera de casa y el cuidado de los hijos.

-Se la ve menos mediática...

-Llega un momento en el que se imponen otras prioridades. Con dos niños, de seis y cuatro años, tengo una vida familiar muy completa. Además, trabajo como responsable de comunicación en los laboratorios Rovi, y encima acabo de montar una tienda de bolsos cerca de mi casa. El tiempo no me da para más. Es difícil llegar a todo, aunque luego te da una satisfacción personal tremenda.

-¿Otra 'superwoman'?

-Para nada. Pero siempre he sido bastante curranta. Estudié Económicas y luego estuve volando un año, porque desde pequeñita quería ser azafata. Cuando acabé la carrera mi madre me dijo: «Ahora ya puedes hacer lo que quieras». Y entonces hice un curso y me convertí en azafata por un año. Yo, normalmente, cuando hay algo que deseo hacer, lo hago. No me quedo con las ganas.

-¿Un año fue suficiente para que se le quitara la afición a volar?

-Lo dejé porque recibí una oferta muy golosa de una firma de cosméticos. Pero volando me divertí muchísimo. Ha sido de las grandes experiencias de mi vida.

-Así que no lo dejó por culpa de una aterrizaje forzoso.

-Tuve uno, sí. Y en mi segundo vuelo, pero seguí volando igual. -¿Alguien la reconoció en el avión como hija de Paco Camino?

-Fue una época en la que yo empezaba a salir con Finito de Córdoba, pero no aparecía mucho en la prensa; y con el uniforme no me reconocían. La gente a veces se sorprende al encontrarme en un entorno laboral normal. «¿Anda, si eres la hija de Paco Camino!», me dicen. Deben de creer que vivo en otro mundo. Pero yo vivo en el mundo real; el único que existe.

-Ser hija de una figura del toreo no es tan normal...

-Pero mi padre tiene los pies muy en el suelo. Yo creo que ni él mismo es consciente de lo que ha sido en su época. Me ocurre que voy a los toros y me sorprendo de cómo le recuerda la gente. Sin embargo, él es una persona muy sencilla y a nosotros nos ha educado divinamente. A mis padres les quiero mucho, pero sobre todo los respeto. Me han transmitido disciplina y seriedad.

-Su madre tiene fama de discreta.

-Mi madre es una persona extraordinaria. Ella, sin embargo, no ha rehecho su vida. Mi padre, sí. Está felizmente casado desde hace muchos años.

-Fue impresionante el modo en que su padre se recuperó tras el trasplante.

-Tuvo un trasplante de hígado y la verdad es que está fenomenal. Se tiene que cuidar mucho, pero él siempre lo ha hecho. Además tiene una naturaleza muy fuerte. Yo creo que tenemos Paco Camino para rato. Esperemos...

-Él parece un hombre introvertido.

-Es que es muy casero, muy de sus cosas. Y no muy dado a fiestas. Yo creo que ya tuvo una vida de mucho follón en su día y cuando ha decidido retirarse es para descansar de todo eso.

-¿Mantiene usted buena relación con su ex novio, Finito?

-Sí, para mí fue un tipo estupendo y le tengo mucho cariño. Fueron cinco años de mi vida y lo recuerdo como una buena época.

-¿Se alegra de no ser ahora mujer de torero?

-Bueno, es muy duro, pero creo que con amor lo tienes que llevar muy bien. Claro que se sufre mucho más. Mi marido va a trabajar a una oficina... Y ver a la persona que quieres ir a una plaza de toros a jugarse la vida es muy duro.

-Lo dice una hija y hermana de torero.

-Nací con ello y me acostumbré desde pequeña.

-Creo que quiere tener más hijos.

-Me encantaría. A mis 37 años es algo que me apetece cada día más. Lo que pasa es que tengo unos embarazos terroríficos, de vomitar desde el primer día hasta el último, y con riesgo de aborto... Así que prefiero que pase el verano, que es una época maravillosa con los niños. Me lo estoy planteando para después del verano. Me hace mucha ilusión.